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lunes, 3 de marzo de 2025

Su Majestad (Amazon, 2025)

 

        Con el inicio del año 2025, nos vino una serie a Amazon Prime, cuya Primera, y de momento, única temporada, nos traía una trama de siete episodios, con una media de duración de 25-30 minutos aproximadamente…

        “Su Majestad” es una de esas series que te puedes ver en una tarde, o en dos como ha sido mi caso, en la que los episodios se te van pasando sin demasiados altibajos, que se te hace casi previsible, y que no te va a hacer dar un bote en el sofá por un increíble giro argumental.


        Siempre que hago una reseña de una serie, digo que, a todas las temporadas, da igual la serie, le sobran tres capítulos de puro relleno. Aquí podríamos haber pasado de siete a cinco sin pestañear y no hubiera ocurrido realmente nada, ya que aunque “Su Majestad” tiene dos primeros episodios delirantes, que son los que me han llegado a enganchar, después discurre como lo hace el Guadiana por toda la provincia de Badajoz, sin grandes sobresaltos, a pesar de las grandes interpretaciones que hacen sus dos actores principales: Anna Castillo, a la cual no conocía hasta ahora, y Ernesto Alterio, que para mí es un actorazo como la copa de un pino, un verdadero rey…

        También, tengo que reconocerlo, me gustó mucho ver, aunque fuese brevemente en un episodio, a su padre Héctor Alterio, que es leyenda viva y que me encantó en “El hijo de la novia”.


        Pero, centrándonos en la serie “Su Majestad”, quizás habría que haber puesto ya desde el principio aquel cartelito que suelen aparecer en algunas películas al inicio de las mismas: “Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia”, aunque creo, me ha parecido verlo al final de algún capítulo, quizás el último.

        En la trama de esta comedia satírica, remojada con gotas dramáticas (pues si te pones a pensarla en serio, muchas cosas son puro drama, como la corrupción política, institucional o judicial, entre otras barbaridades varias…), estamos en una realidad paralela, en una distopia, ucronía, o vete a saber: Hay tren en Extremadura, autovía Badajoz-Cáceres y Badajoz-Huelva, y la Casa Real, pues estamos en una monarquía, está regida por los Salazar, que, en bastantes aspectos, recuerdan mucho a los Borbones, por lo menos a los últimos que tenemos en algunos aspectos, y en otros quizás no tanto, o será que, yo como vivo en Badajoz, no me entero de lo que se cuece en la Corte y Villa.


        Reina Alfonso XIV de Salazar: Un Rey muy desconectado de la realidad que vive su país, viudo, que tiene un dúplex en el centro de Madrid donde recibe a señoritas desde que se recuerde. Metido en corruptelas varias hasta las cejas, que tiene que huir, ausentarse a Hispano-América una temporada hasta que la cosa se calme.

        La princesa, hija única, en ningún momento se la llama Infanta, es Doña Pilar, una niñata inmadura, bastante choni, descarada, consentida y maleducada, con todas las características de la “Millenial” media, y posiblemente me he quedado corto, interpretada magistralmente, como os decía, por Anna Castillo.

        Ya desde los primeros episodios, te muestran una desconexión brutal entre la Institución Real con una gran parte de la sociedad. Una de las mejores escenas, es la Final de la Copa del Rey, donde Su Alteza tiene que aguantar la pitada en un Barcelona-Girona.


        Como secretario de la princesa, mientras su padre está ausente, se recurre a un antiguo empleado de seguridad de la Casa Real que ya había cuidado en la niñez de Doña Pilar, Guillermo Salvatierra, que recluido en su pueblo mientras cuida a su madre, es requerido una vez más, enfrentándose este al duro trabajo de intentar enderezar a una princesa soberbia y prepotente, y también llena de inseguridades, rodeada de aprovechados y malos amigos, viviendo los dos situaciones cómicas, duras, y hasta surrealistas, hasta la nueva llegada de Alfonso XIV mientras ella parece ir sufriendo una serie de cambios internos (demasiado increíbles y seguidos para creértelos) que le allanarán el camino a una posible sucesión, y llegada al trono en un futuro próximo.

        En definitiva: “Su Majestad” es una serie pasable, que se desinfla poco a poco, previsible, pero repito por tercera vez: Muy bien interpretada. Los dos primeros episodios son frescos, humorísticos, te prometen comedia, pero a partir del tercero se va diluyendo como un azucarillo en un café que no te acaba de entrar en el cuerpo al 100%.


Cualquiera que esté al tanto de los acontecimientos, verá similitudes, y sátira con dardo, con hechos relacionados con la actual Casa Real española, Juan Carlos I y Felipe VI, aunque me gustaría pensar que Don Felipe es bastante diferente de Doña Pilar, vete a saber, quizás sea un ingenuo extremeño, y no sé ni una quinta parte del tema…

        Sin entrar en más averiguaciones, pues mi intención no es en ningún momento de hablar de monarquías ni republicas, ni crear aquí ese debate, sino hablar de la serie, yo tengo que reconocer que, a pesar de todo, la he disfrutado en su conjunto global, y por eso, le doy el aprobado, reflejado en un 5,5 de nota. Entretenida y ligerita, poco más. Por cierto, Amazon no se ha mostrado interesada, de momento, en hacer una Segunda Temporada. Estaremos atentos.

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