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jueves, 4 de diciembre de 2025

Neofausto (Planeta Cómic, 2025) Osamu Tezuka

 
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No sabía mucho de “Neofausto”, aparte de que se la considera una de las últimas obras, junto a la inconclusa “Fénix” (Hi no tori) de Osamu Tezuka. Publicada originalmente en 1988, ha sido publicada en este 2025 que agoniza por Planeta Cómic, dentro de esta fantástica colección dedicada al que se considera “Dios del Manga”.

De tapa dura, y 415 páginas, al leerlo pensaba encontrarme con el “Fausto” de Goethe, y aunque no es precisamente el libro clásico, hay que reconocerle a Tezuka la vuelta de hoja, de tuerca, a un clásico desde lo más profundo, emocional y simbólico que Tezuka podía ser, y más en esa última etapa de su vida, donde se volvió más reflexivo, más pesimista tal vez, y donde repetía algunos temas como la preocupación por el estado del país, por la sociedad japonesa (y en particular por la juventud de los años setenta), por la continua presencia estadounidense en asuntos nipones, y por la esencia del ser humano en una etapa donde el interés por los nuevos avances científicos, como el ADN, están encima de la mesa junto al existencialismo del ser humano, y esa pizca de Ciencia Ficción con la que Tezuka jugueteaba siempre que podía.


    Cuando Tezuka publicó Neofausto, era ya un autor consagrado y conocido, creador, pionero del manga moderno, estaba mejor que nunca y había dejado atrás algunos periodos oscuros dentro de su producción artística, para centrarse en la moralidad humana, entre otras cosas, en este “Neofausto”, que al igual que el de Goethe, pacta con el diablo para obtener conocimiento y poder, a través de una nueva juventud otorgada.

Aquí el diablo, Mephisto, es una diablesa que juega con la vida del anciano profesor de universidad, Ichinoseki. Es 1970, y la Universidad vive momentos tensos, en los que las huelgas y manifestaciones juveniles son sofocadas por palos y represión. Protestan contra la Guerra de Vietnam. Pero nuestro profesor parece vivir ajeno a todo ello. Él, todo un experto en genética, que lleva décadas estudiando para desentrañar los secretos del Universo, ve como su vida parece llegar a su fin y considera que ha fracasado en sus objetivos.

 


Mephisto le ofrece una nueva vida, una segunda juventud, a cambio de su alma, y el profesor Ichinoseki toma un rumbo diferente al que había vivido, teniendo un nuevo enfoque en su vida: Dedicándose a los negocios, enamorándose de una chica universitaria que participa en las protestas (con un hermano policía que pronto sospecha de sus intenciones), y viviendo situaciones comprometidas junto a Mephisto, que anda enamorada de él…

“Neofausto” plantea desde el principio una serie de cuestiones éticas y filosóficas interesantes. La duda del profesor sobre si su vida ha merecido la pena, su trabajo inconcluso… Chocan con las aspiraciones de la juventud japonesa que protesta, y él (todo un científico) recurre a la magia, lo esotérico, en forma de demonio sexy, para lograr sus objetivos por encima de todo. La ambición científica, el conocimiento supremo, por encima de cualquier moralidad.

¿Era el profesor Ichinoseki una proyección de Osamu Tezuka?, ¿Se veía así el Maestro del Manga?, ¿Hubiera elegido vivir otra vida si el diablo se la hubiese ofrecido? Vete a saber.

 


“Neofausto” abre muchas puertas, y cierra pocas, algo muy característico de la obra de Tezuka, creando muchas subtramas. Su primera parte cierra un poco en falso, y añade unas páginas finales, pocas, que conforman la segunda parte, que, en mi opinión, sobraban y no le dan mucho sentido al conjunto final, pero que cierra la historia en negro, o más bien en blanco, difuminándose poco a poco ante los ojos del lector.

En definitiva: Me ha parecido una obra muy interesante, pero que se acaba perdiendo un poco. Interesante el Tezuka que no se anda con remilgos, y que lo mismo muestra pechos y desnudos femeninos, que relaciones, con total naturalidad. La crítica social es contundente, no se anda por las ramas, y procura tocar algunas claves de la sociedad de entonces, como antes os he comentado. Creo que merece la pena por todo ello.

domingo, 30 de noviembre de 2025

Tron: Ares (2025)

 

Uno de los mayores batacazos cinematográficos y económicos de este 2025 que se nos va, ha sido el protagonizado por la producción de Disney “Tron: Ares”.

Reconozco no haberme visto la de hace quince años, “Tron: Legacy”, y mis temores iniciales con esta película eran que quizás sería una segunda parte, una secuela, que no iba a poder comprender, pero después de haberme tragado su hora y cincuenta minutos de metraje, con escena post-créditos incluida, os puedo asegurar que la podéis ver sin ningún tipo de problemas, a pesar de que no conozcáis la clásica del 82, que tantas veces alquilé en VHS (de hecho, tengo una edición en DVD que compré hace 20 años), y la del 2010, a la que, posiblemente, le dé una posibilidad en los próximos días… Más que nada por completar en cuanto a visionados lo que llevo visto de la franquicia.


Rodada en Vancouver (Canadá) en seis semanas, durante los meses de enero y febrero de 2024, “Tron: Ares” me ha parecido una película muy ambiciosa, con unos efectos especiales y visuales muy destacados, y con una BSO muy buena a cargo de “Nine Inch Nails”, pero que se pierde bastante en una narrativa que no acaba de enganchar…

Dirigida por el noruego Joachim Rønning y protagonizada por Jared Leto y Greta Lee,” Tron: Ares” es una película que tengo que reconocer que me ha entretenido, y que tiene bastantes guiños a lo que yo recuerdo de la saga, del juego, a esa nostalgia, mezclada ahora con un paso más allá.


En vez de desarrollarse en la “Grid”, el mundo digital, ahora una IA, que es el programa Ares (Jared Leto), se plantea cosas, cruza el umbral al mundo real, y busca un Código de Permanencia que le haga quedarse en el mundo real sin llegar a desintegrarse después de los 29 minutos de vida que tiene cada vez que renace.

El código, que es como el Santo Grial para los programas, fue creado por un desaparecido programador, Kevin Flynn (interpretado por un Jeff Bridges que sale dos minutos y medio), aunque Ares no será el único que lo busque, ya que por otro lado tenemos a Eve Kim (Greta Lee), una investigadora y programadora que cree que el código puede usarse para traer nuevas curas a enfermedades (perdió a su hermana por una incurable) y nuevos avances científicos. Lo que es una idealista de toda la vida.


Y por el otro lado tenemos a un tipo, el creador de Ares y de su rival Athena, curiosamente los dos son nombres de dioses de la guerra griegos, que quiere el código para crear armas a través de la IA que puedan usarse en el mundo real.

Ares pronto se comenzará a preguntar cosas, con cada renacer, igual que en otras miles de películas que hemos visto por el estilo, desde “Cortocircuito” y su número 5, hasta “Yo Robot”, y otras tantas, y se revolverá contra su creador, aliándose con la investigadora para usar el código para el bien de la humanidad y de la propia IA, que se quiere comprar una Ducati y escuchar a los Depeche Mode.

Todo ello aderezado con buenas escenas de acción, conflictos y dilemas, reflexiones filosóficas, sobre la creación y los seres que se vuelven contra su creador, los peligros y responsabilidades de la IA y mil vainas más que se te pueden venir a la cabeza, y es que como el tema de la IA va disparado, quizás sean, en parte, reflexiones reales que el personal se tendrá que hacer en las próximas décadas, aunque yo soy más de los que piensan que el futuro va camino de parecerse más a “Mad Max”, aunque sin Tina Turner tristemente, que a lo que expone “Tron”.


        Estrenada el 10 de octubre de 2025: Como os decía al principio, la película ha sido un gran batacazo económico para Disney. De los 348 millones de presupuesto total, ha recaudado apenas 142 millones. Estas cifras creo que han sido las que han claveteado su tumba, ya que no creo que Disney se arriesgue con una nueva película de la franquicia, y es, en parte, una pena, porque el final lo deja muy abierto para una continuación.

        Dentro de lo positivo, yo destacaría, (aparte de su BSO que tiene un rollo electrónico que a mi me mola mucho), todo el rollo visual que se gasta: Los neones, el futurismo cyberpunk, los guiños a la película clásica, la estética… Y que sale Danna Scully tres minutos, y le hacen una operación de esternón sin anestesia.


Y, por el contrario, creo que le sobra metraje, no acabas de conectar con la narrativa y hay demasiados dilemas y reflexiones encima de la mesa, no siempre bien planteados, o no con la claridad suficiente. Tiene muchos fuegos artificiales, pero no ha logrado emocionarme.

De nota le voy a dar su 5 de rigor. Ya me diréis qué os pareció a vosotros.

jueves, 27 de noviembre de 2025

Black Phone 2 (2025)

 

La buena, exitosa historia que nos planteaba la película “Black Phone”, y la recaudación millonaria que obtuvo, que eso también tiene mucho que ver, trajeron durante este 2025 una segunda película de una saga que va camino de convertirse en saga como siga así la cosa.

“Black Phone 2”, dirigida nuevamente por Scott Derrickson y coescrita con C. Robert Cargill tiene un metraje ligeramente más largo que la primera parte, cose muy bien con la primera parte (hay muchos guiños a la primera película, tanto en frases como en acontecimientos), y el rollo sobrenatural telefónico se multiplica por tres, pero está muy bien porque profundiza en las secuelas traumáticas de los acontecimientos de la primera película en los dos hermanos que la protagonizaron, Finney y Gwen Blake, a través de un nuevo escenario, cuatro años después, en 1982, y con un campamento en Las Montañas Rocosas como escenario.


Pensábamos que nuestro villano estaba muerto y enterrado, pero no, vuelve del más allá, y lo hace en parte con un rollo que me ha recordado a Freddy Krugger y su manía por aparecer en sueños, o más bien, pesadillas.

    “Black Phone 2”, al igual que su predecesora, lo volvió a petar en cuanto a recaudación. Con un presupuesto de 30 millones de dólares, la recaudación mundial ascendió a los 131 millones de dólares, algo menor que la primera película, que con un presupuesto de 16-18 millones logró 162, pero aún así es una buena cifra, ¿no creéis?


En cuanto a la narrativa, como os digo, se sitúa cuatro años después de la primera película. Finney Blake es el único superviviente del asesino en serie conocido como “The Grabber” (que vuelve a estar interpretado por Ethan Hawke), y que en esta ocasión va a tener un buen puñado de escenas de acción al contrario que en la primera parte, que era más estático. Finney vive marcado por los acontecimientos, y suele ser señalado por ello.

De repente, Gwen, que vivía una vida más o menos tranquila, vuelve a tener visiones y sueños inquietantes que le muestran asesinatos antiguos de chavales jóvenes, enlazados con un campamento de invierno llamado Alpine Lake Camp, donde su madre (que creíamos muerta en circunstancias misteriosas) había trabajado como monitora.

Deciden entonces Finney, Gwen y su amigo Ernesto (hermano de una víctima del Grabber, Robin Arellano) viajar al campamento, con una buena nevada mediante, y al llegar, los sucesos paranormales comienzan a repetirse, y a intensificarse.


Allí descubren que hay una serie de almas en pena que no han encontrado la paz tras la muerte, y los que se les ha juntado el propio Grabber que busca venganza, atacando, sobre todo, e insistentemente en esta ocasión a Gwen, que es la que tiene los poderes de las visiones y los sueños, aunque pronto van a encontrar en las almas telefónicas, una ayuda inesperada y vital para acabar una vez más con Grabber en una batalla épica, singular y sin igual…

 En esta ocasión, pues, el peso protagonista bascula más hacia Gwen que hacia Finney, y aunque él repite el rol de ser el interpelado en las llamadas telefónicas, ella podría decirse que lo adelanta en los quehaceres sobrenaturales. Importantes las apariciones breves y estelares del hermano de Grabber y su clásica hacha embutida en el cráneo, y el papá Blake, que parece haber dejado el alcohol. 


    Entre las curiosidades, os puedo contar que “Black Phone 2” utiliza dos formatos diferentes en su filmación, principalmente para que diferenciemos cuando estamos en un sueño o visión, y cuando estamos viviendo la realidad: Por un lado, filmación en Super 8 con grano grueso para sueños y visiones, muy rollo de tipo “Stranger Things”; Por otro lado, en digital SONY VENICE 2 en 8.6K de alta resolución para la realidad. Por cierto, buscad precios de estas cámaras de alta resolución, lo vais a flipar.

El rodaje principal comenzó en Toronto y alrededores (Ontario, Canadá) en noviembre de 2024, bajo el título y finalizó en enero de 2025. Según algunas webs, se manejó el título de “Mysterium” para esta secuela, pero se desestimó.

El actor Miguel Mora, que en la primera parte interpretaba a Robin Arellano (una de las víctimas del Grabber), en esta secuela retorna como Ernesto (el hermano de Robin). Un giro curioso que incorpora continuidad de personajes en roles distintos. A mi me ha parecido una de las cosas más curiosas de la película, esta reutilización descarada de actores en otros roles. Ojo, no es criticar, es referir. Por cierto, no conozco más películas de este actor.


        Haciendo una breve comparativa con la primera parte: En la primera película, como os decía, el foco era Finney Blake como joven de 13 años capturado por el Grabber, encerrado en un sótano insonorizado, que utiliza un teléfono negro para comunicarse con las víctimas anteriores del asesino, algunos de ellos amigos y conocidos. No era un terror de sustos ni de chillidos, era un terror claustrofóbico, centrado en un solo escenario y un solo eje: Escapar.

        Ahora, en esta segunda parte, se amplía el escenario —pasamos de la casa/sótano al campamento aislado, el lago helado, la nevada— y el conflicto ya no es solo escapar, sino curar heridas, afrontar el trauma, proteger al hermano/hermana y cerrar un ciclo. Aquí se abre más la narrativa en ese aspecto, pero también es más densa.


        En cuanto a tono: la primera apuesta más por el terror clásico y la tensión con pocos elementos sobrenaturales añadidos, las llamadas de teléfono; la segunda entra con más visuales de terror sobrenatural, sueños, visiones, poderes de los espíritus, lo que la hace algo más ambiciosa, más increíble, y busca con más descaro el impacto visual y emocional en el espectador.

    La edad de los protagonistas, que sean más mayores, su evolución, y el giro hacía una Gwen que toma el relevo de su hermano en la lucha contra Grabber, es algo que añade madurez a la película, aunque no estoy seguro que guste en su computo total a los espectadores. El final, por cierto, es bastante emotivo, con una última llamada de teléfono en la que es ella la que atiende a dicha llamada.


De nota, le voy a dar un 5,5. El factor sorpresa de la primera película ha desaparecido, y a pesar de haberme entretenido, he encontrado algunas partes y escenas con un desarrollo predecibles.

Por cierto, en algunas webs españolas se dice que no hay confirmación para una tercera entrega de momento, pero en otras gringas ya se habla de que está más que asegurado. Si la hubiera, os la contaremos desde aquí…

lunes, 24 de noviembre de 2025

The Black Phone (2021)

 

The Black Phone es un thriller sobrenatural dirigido por Scott Derrickson (con guion suyo junto a C. Robert Cargill) y basado en un cuento corto homónimo de Joe Hill publicado en 2004. Estrenada en festivales en 2021 y lanzada comercialmente en junio de 2022, la película combina el terror clásico de secuestro de adolescentes por el típico tipo disfrazado mal de la cabeza con elementos sobrenaturales — voces del más allá que ayudan a la víctima secuestrada por este loco de turno—, consiguiendo algo entre suspense, terror flojito y cierto tufillo a fábula oscura, a rollo ochentero de pandillas de niños secuestrados y asesinados sin llegar a ser un slasher a la usanza. Lo interesante es que el elemento sobrenatural está a favor de la víctima, a través de un teléfono del año de la polka, y no a favor del asesino.

Como zumbado tenemos a Ethan Hawke, que no lo hace mal, aunque tampoco es para tirar cohetes, ya que se pasa toda la película con una máscara, y en su hora y casi cuarenta minutos de metraje vamos a disfrutar de un ambiente, de un escenario, muy bien conseguido, da el aire setentero, principios de los ochenta a la perfección.


The Black Phone se produjo con un presupuesto relativamente contenido, estimado entre 16 y 18 millones de dólares. Frente a ese coste, la película fue un éxito comercial notable: recaudó $162 millones a nivel mundial, demostrando que la historia es más o menos buena y está bien estructurada, y tejida, el público responde

La narrativa sigue a Finney Shaw, un chico tímido de 13 años que vive en los años 70 y sufre el bullying en la escuela, y tiene que aguantar a un padre alcohólico en casa.


En el barrio, algunos compañeros suyos de instituto han sido raptados y la policía da palos de ciego sin encontrarlos. Un día le toca a él. El tipo con una máscara y un sombrero de copa lo encierra en un sótano insonorizado, y no está muy claro qué es lo que quiere hacer con él exactamente más allá de cargárselo.

En el sótano hay un viejo teléfono negro, aparentemente sin funcionamiento, pero pronto comienza a recibir llamadas que resultan ser los espíritus de los chavales asesinados por el zumbado que le ha secuestrado, que comienzan a darle pistas para sobrevivir. Todas las llamadas son a cobro revertido.


También se aparecen en la forma que fueron asesinados, por lo que lo sobrenatural juega a favor de la víctima, y el asesino parece estar más perdido que “el barco del arroz”.

De manera paralela, su hermana pequeña Gwen, que ve visiones en sueños, lo localiza en uno de ellos y pone a la policía a investigar la casa donde está su hermano secuestrado.


Os cuento un par de curiosidades:

  • Como os he comentado, la historia original es un cuento corto de Joe Hill pero se añadió subtramas y profundizando en los personajes— manteniendo el núcleo sobrenatural y la idea del teléfono como vínculo entre víctimas.
  • Aunque la película está ambientada en los años 70, el rodaje cuidó el detalle: vestuario, coches, neones y paleta de color ayudan a situar la época y a potenciar la atmósfera. Y creo que este es uno de sus puntos fuertes desde luego.
  • Está producida por Blumhouse (famosa por producir terror de bajo presupuesto con buen retorno económico), y tuvo un recibimiento bastante destacado en las presentaciones de festivales de terror entre 2021 y 2022.

The Black Phone funciona bastante bien, y me ha entretenido, porque mezcla el terror sobrenatural, con la eficacia del nene para mantener las formas, que parece débil, pero por pura supervivencia evoluciona, y también con ayuda de los entes telefónicos.

Hay guiños muy buenos, como que se nombre alguna película de terror clásico como “La Matanza de Texas”, pero a su vez huye del gore, de los hectolitros de sangre, y creo que se queda corta a la hora de mostrarnos más del asesino, del que apenas vamos a conocer cosas de su pasado, de los objetivos que se plantea, el rollo de la máscara, la presencia de su hermano… Además, me ha gustado mucho el rollo ochentero, y la narrativa a ratos parece una aventura gráfica antigua, o un libro-juego, en la que los espíritus le van dando pistas y claves sobre como actuar para llegar a un buen fin. Lo dicho, me ha gustado. De nota le voy a dar un 6.

domingo, 23 de noviembre de 2025

The Witcher (4ª Temporada) Netflix, 2025

 

          Esta es una de esas reseñas que me da mucha pereza hacerla, porque vi hace casi un par de semanas la Cuarta Temporada de “The Witcher”, y aunque es verdad que no esperaba, en esta ocasión, mucho de la serie, después de dos años de espera, tampoco esperaba que me dejara tan frío. Así que me he ido haciendo un poco el remolón, lo he ido dejando, hasta que he tomado la iniciativa, y me he dicho: Algo que habrá que decir, aunque ya hayan pasado dos semanas desde que la viera…

        Y es que el cambio de actor principal, de Henry Cavill a Liam Hermsworth, que tiene menos chispa que el mechero de un hippie, y el rollo que se ha gastado la narrativa, que está entre una mezcolanza de “Juego de Tronos”, el “Hércules” de Kevin Sorbo, y hasta “Xena, La Princesa Guerrera”, me ha parecido bastante infumable en al menos cinco de sus ocho episodios, aunque al menos, en el último episodio acaban con una pandilla de ratas infumable, que parecían la versión “Dragones y Mazmorras” de la serie “Friends”, y cuyo tanto colorido textil, y verborrea estúpida, me mareaba a cada instante. Y, lo peor es que falta una quinta y última temporada, y tendré que verla, masoca soy.



        A ver… Henry Cavill se creía el personaje, el tipo estaba convencido de que él era Geralt de Rivia, y tú te lo creías con él. Lo malo de Liam Hermsworth es que esos caretos que pone, no sabes si es porque el tipo no se está enterando de nada de lo que sucede a su alrededor, o es que es así como él interpreta un personaje que creo que le ha venido grande.

        Estrenada el pasado 30 de octubre, lo bueno que ha tenido frente a la temporada anterior, es que no se han enredado dividiendo la temporada en partes y nos la han servido en bandeja, por lo que pude ver los ocho episodios en un par de tardes, y según veía uno tras otro, algunos episodios me daban vergüenza ajena, otros tenían un grado de pasable, pero todos en su conjunto parecían haber perdido la magia, o la chispa, que si vi en las temporadas anteriores, a pesar de que también estas eran un poco lío en su narrativa, pero al menos más coherentes y entretenidas en las adaptaciones, en mi opinión, de los libros de Sapkowski. Esta temporada adapta algunas partes de “Bautismo de Fuego” y “La Torre de la Golondrina”, y sé que es difícil adaptar un libro, pero le falta chispa.


        Los ocho capítulos tienen una variación en cuanto a metrajes, que van desde los 48 hasta los 60 minutos, siendo la más corta de todas las temporadas en cuanto a duración.

        Y ahora viene lo bueno, al parecer, y según algunas fuentes, Netflix invirtió alrededor de 221 millones de dólares en la producción de la temporada 4, lo que equivale a aproximadamente 27 millones por episodio, pero desde luego lo invertido ha servido de poco para lograr algo que enganche y que ilusione.


        En total, Netflix lleva gastados 720 millones de dólares en todo el conjunto de la serie, y aún le falta la quinta temporada, que, sin haberse estrenado, ya me está dando miedito. En esta nueva temporada, nuestros protagonistas siguen sin encontrarse. A Geralt cada vez se le junta gente más rara, aparte del bardo infumable al que nadie le da un buen tajo de una maldita vez, se le une una arquera, un par de enanos bocazas, un vampiro (Regis) filósofo, boticario, consejero y médico, prácticamente inmortal al que Cavill hubiera destripado, y un antiguo enemigo del que prefiero no hablar, y del que pensaba que iba a dar más juego.

        Yennefer está envuelta en una guerra entre brujos, hechiceros locos y hechiceras desquiciadas, magos y todo lo que esté relacionado con la magia, y se tira ocho episodios reclutando gente para defender su castillo de “Harry Potter”, o de “Montecalvo”.

        Y Ciri se une a “Las Ratas”, una pandilla multicolor, multicultural, multirracial y menos creíble que un tren extremeño. Descubre su lesbianismo, lo cual no es nada malo, ojo, pero es otra cosa que no me acabo de creer porque me parece forzado, y es que la falta de química entre todos los actores es palpable, pero con estos “ratas” más si cabe. Responden a estereotipos mil veces vistos, y acaban como tienen que acabar, que es lo único bueno.

        Por el lado bueno, destacaría: El uso de animaciones para contar la historia de Regis, por ejemplo, que hace referencia directamente al videojuego “The Witcher 3”, alguna batallita que se la han currado, y poco más.


        En definitiva: Tengo entendido que la Quinta Temporada se rodó junto a la Cuarta, y que la están limando en postproducción. Algunas webs españolas hablan de septiembre de 2026 para su estreno. Mucho tiene que cambiar la cosa para remontar el vuelo, pero yo me barrunto tremendo batacazo. Aparte del cambio de actor principal, creo que el detalle os lo he dado antes: Falta química, falta chispa, puede legar a entretenerte en algún episodio concreto, pero no me la creo como las anteriores temporadas, sobre todo las dos primeras, y veo muchos intentos por tomar referencias de otras franquicias, más allá de las adaptaciones de los libros. No sé, ojalá me equivoque. A esta temporada le voy a dar un 4, y a otra cosa.

viernes, 21 de noviembre de 2025

Las Puertitas del Señor López (Astiberri, 2021) Carlos Trillo, Horacio Altuna

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        El tándem entre el guionista Carlos Trillo y el dibujante Horacio Altuna siempre trajo buenos cómics, buen material que, como los vinos, con el paso del tiempo, han mejorado y que yo disfruto muchísimo. Son cómics, muchos de ellos, que ya tienen varias décadas a las espaldas, y que ya hemos comentado por aquí en alguna ocasión, como “El Último Recreo”, “Charlie Moon” o “New York Blues”, por citaros algunos, que son una auténtica delicia, y cuyo disfrute en la lectura está más que garantizado.

        Siguiendo la senda de este dúo, le ha llegado el turno a otra genial colaboración de los dos autores: “Las Puertitas del Señor López”, un cómic publicado por Astiberri en 2021, de tapa dura y 197 páginas, que recoge en una edición muy cuidada las aventuras y desventuras de López.


        López es un tipo cualquiera, un administrativo, un oficinista que lleva una vida bastante aburrida. Casado con una dominante mujer a la que no quiere, (ella tampoco lo quiere a él), sus días pasan de casa a la oficina, donde tiene que aguantar burlas, abusos laborales y el transcurrir de un trabajo que no le llena, y de la oficina a casa, donde la presencia y comentarios de su mujer también lo frustran.

        Porque López es eso, un personaje frustrado, tímido, cobarde, y con una grandísima imaginación que vuela precisamente por encima de esa frustración, y donde intenta hacer realidad sus deseos más profundos, pero ni por esas.

        En parte, y salvando mucho las distancias, podría recordar a “Alicia en el País de las Maravillas”. Alicia trataba con sombrereros locos, conejos y liebres parlantes y despóticas Reinas.


López comienza en las primeras tiras, en sus primeras historias, moviéndose por el surrealismo de mundos imaginados que se abren ante él cuando abre una puerta, muchas veces la del baño, pero esas puertas, según avanzamos en la narrativa que acompaña a López, se transforman en deseos más palpables, muchos de ellos relacionados con el sexo, las mujeres guapas y bonitas, las jóvenes inalcanzables, que no llega ni a palpar ni en sus sueños, ya que el rechazo siempre está presente, a pesar de parecer otra cosa, y López sale de su sopor entre el ridículo, la vergüenza, y la desidia de su vida.

Hay una evolución fantástica en el personaje, que va ganando en matices según pasan las viñetas, las páginas.


Las tiras cortas, humorísticas, surrealistas y picantes rebosan de guiños para una sociedad como la argentina de los años setenta, que bien podría valer igualmente para la española: Referencias cinematográficas, artísticas, críticas a las dictaduras, o guiños históricos, como a la guerra o a Napoleón.

Las puertitas son todo una sorpresa, en la que López acaba buscando una huida, una evasión de su realidad opresiva, y aún así, ni sus deseos más profundos se cumplen, lo que da lugar al guiño humorístico, aunque también hay mucho de tristeza en la insulsa vida de López.


Publicadas originalmente entre 1979-80, me ha parecido una genial crítica contra la dictadura argentina en forma de relatos cortos, donde muchas veces el personaje comunica mucho sin decir palabra. El personaje se atosiga, se ahoga en la falta de libertades que constituyen su vida a través de 38 relatos recopilados por Astiberri en una edición, como os digo, fantástica.

El increíble dibujo de Altuna va evolucionando a lo largo de las historias, y López se va sin decirnos adiós, y dejándonos una reflexión brutal sobre la vida.


        En definitiva: Un cómic que he disfrutado muchísimo. Me ha hecho soltar alguna carcajada, pero también me ha invitado a la reflexión, todos somos un poco López entre lo que pensamos, lo que deseamos, y lo que finalmente hacemos o decimos.

        Ni Trillo ni Altuna con su dibujo, caen en la burla o en lo grotesco, creo que López es un transmisor de la crítica social del momento, de las carencias que sufría la sociedad argentina en ese momento concreto. Un cómic, desde luego, curioso y muy recomendable, que me ha encantado.

        Por cierto, López tuvo una adaptación cinematográfica en 1988, dirigida por Alberto Fischerman, que está bien entretenida y que tenéis disponible en Youtube. Hubiera sido imposible hacer en el 88 una versión fiel al cómic, pero la presentada, capta en mi opinión, bastante bien la esencia de López, su mensaje.