Dune (2021)

 

        Llego a “Dune” (2021) con un par de meses de retraso después de su estreno. La verdad es que le tengo mucho respeto al título, ya que me vi la película clásica, hace 40 años, varias veces en video (aunque era muy joven para entender la mitad de la mitad), y posteriormente compré la novela gráfica que editó Norma en 2020, y de la que se espera continuación en 2022. El libro, en tapa blanda, descansa desde hace seis meses en la estantería de las lecturas pendientes, pero de momento, no he tenido tiempo para él… Perdona, Frank Herbert.

        ¿Qué tenemos en “Dune”? Pues en Dune tenemos (Spoilers por un tubo) una historia en mi opinión, muy atractiva, con una mezcla de muchos elementos, que van desde el feudalismo puro y duro, mezclado con una religión surgida del desierto (junto a un pueblo elegido para cambiar las cosas), y una tecnología espectacular. Con unos buenos, muy buenos, y unos malos feos y requetecabrones.

        Estamos en el año 10 mil y pico. España va bien, y el espacio no veas. En una Galaxia muy muy lejana, un Imperio Galáctico sobrevive a base de la especia que se encuentra en el inhóspito, y desértico, planeta de Arrakis, también conocido por los amigos como Dune.

        La Casa Harkonnen ha gobernado con mano de hierro durante ochenta años, masacrando a los lugareños, los llamados Fremen (unos tuaregs de ojos azules). Por orden del Emperador, los Harkonnen son sustituidos por la Casa Atreides, cuyo líder, Leto Atreides, es un hippie de mucho cuidado que se tira cantando "Alabaré" media película. Su hijo, Paul, fuma cosas y ve cosas, sueña cosas, y sabe muchas… Cosas.

        El caso es que lo de mandar a los Atreides a Dune a recolectar especia, es una simple trampa para acabar con ellos. Con la masacre servida, Paul Atreides huye al desierto, para convertirse en el Nuevo Mesías (tienen tres o cuatro al año en el planeta) que liderará a los Fremen en su lucha por la libertad y la independencia unilateral de Arrakis.

        La película, a pesar de durar dos horas y media, no se me ha hecho larga. Me ha tenido enganchado al sofá todo el tiempo. No me han parecido malas actuaciones, (si acaso Aquaman, un poco exagerado), y las pocas batallitas que hay son dignas de ver. Un universo interesante, entretenido, ameno, que me ha dejado con ganas de ver la continuación… Lo dicho, me parece muy recomendable, y ya es raro que yo lo diga.