Nada más empezar “El
legado de los huesos” (2019), una cosa me llamó mucho la atención. Juicio, una
inspectora en un juicio, embarazada, rodeada con algunos de sus hombres. El
preso que está siendo juzgado, pide ir al W.C, y allí se suicida cortándose las
venas.
La inspectora, rodeada de
sus hombres, se acerca a ver el cadáver, y abracadabra, se le aparecen unos
guantes blancos en las manos, donde antes no los había, para coger un sobre
dirigido a ella, lleno de sangre, que portaba el difunto. Eso, en los dos
primeros minutos, y me he dicho: Mal empezamos. Por cierto, dentro del sobre,
una sola palabra: “Tarttalos”. “El legado de los huesos” es la segunda parte de
la trilogía del Baztán, novelas publicadas por Dolores Redondo, y cuya primera
parte “El Guardián Invisible” (2017) trajo cierta polémica en su estreno en el
cine (por las declaraciones, contra los españoles, por parte de una de las
actrices participantes en la película), con intentos de boicot incluidos, pero
que no llegó más allá, ya que la cinta fue bien acogida. A mí, me entretuvo
(sin tirar cohetes), pero no llegué a dedicarle una entrada en el blog, vete a
saber por qué. La tercera parte, que cerrará la trilogía, supuestamente en 2021,
será “Ofrenda a la tormenta”.
Pero, a lo que vamos.
Después de eso, el patrón de preso con las venas cortadas, y el sobre con la
palabra “Tarttalo” se repite. La inspectora tiene roces con su marido, que es
británico, aunque no nos enteramos bien. Un juez que le entra como cosa mala. Y
una narrativa en la que comienzas a perderte, con rollos de brujas,
profanaciones y rollos familiares de la propia inspectora (ya es casualidad),
mientras la atmosfera y el ambiente se hace cada vez más gris y lluvioso. Es Navarra,
no Extremadura, pero joder, caen 5000 litros por centímetro cuadrado.
En fin, un tanto caótico
todo, entretenida, al fin y al cabo, localista como ella sola, y le sobra,
perfectamente, media hora, y mucha agua.
2 comentarios:
Me he leído los libros y creeme si te digo que en ellos todavía llueve más 🌧️🌧️🤣🤣
Madre mía, pero si hasta el espectador sale calado hasta los güesoh!! Es exagerado :P
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