El año es 1948. El estado de
Israel, recién proclamado independiente, es acosado desde diversos frentes,
sobre todo el egipcio, y no cuenta más que con tres pilotos de combate nacidos
en la propia Israel. El estado hebreo, para defender su joven vida como país,
contrata a pilotos extranjeros, mercenarios, algunos judíos y otros no.
A su vez, para poder
defenderse, compra clandestinamente a Checoslovaquia, los llamados “Mezek” o
Avia S-199. Aviones híbridos, tuneados por los checos, antiguos Messerschmitt
109, que son verdaderos ataúdes con alas, (con un motor demasiado pesado, un
tren de aterrizaje estrecho y una mala sincronización de ametralladoras con las
aspas del propio avión que hacía que más de uno se derribase a sí mismo), con
los que se enfrentan a los spitfires egipcios, pilotados, igualmente, por
muchos mercenarios extranjeros.
Björn es un joven sueco, con
mucha suerte con las mujeres israelíes, dado su atractivo, que lucha con uno de
estos Mezeks, con los que día a día ve morir a los pilotos que luchan por Israel,
si no es en combate, es en los aterrizajes de esos peligrosos cacharros. Además
de los enemigos árabes, tiene que hacer frente a un pasado oscuro, y a una
posible guerra civil interna entre facciones israelitas de distinta ideología,
junto a la vorágine que tiene estar en manos de tres mujeres…
“Mezek” (Norma, 2012) me ha
parecido un cómic interesante, de Yann (guión, “El
Gran Duque”) y André Juillard (dibujo), primero por el marco en el que se
desarrolla, que es la Primera Guerra Árabe-Israelí, y segundo por el estudio
que han hecho los autores de los diversos problemas que tuvieron los israelitas
para poner en marcha una Fuerza Aérea decente en sus comienzos. La historia personal
de Björn es un tanto secundaria. El cómic tiene sus dosis de sexo y desnudos,
algo que es usual en los cómics de Yann por lo que he podido comprobar. La
verdad es que lo he disfrutado mucho y os lo recomiendo.
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