Cuando se estrenó, el pasado mes
de septiembre (2017), no pudimos ir a verla al cine, a pesar de que el tráiler ya
nos decía que estábamos ante una buena película de animación japonesa.
Ahora, aprovechando que la han
emitido gratis por la Televisión por cable, hemos podido disfrutar de esta
deliciosa (y a ratos triste) cinta: “Gatos: Un viaje de vuelta a casa” (2017)
Rudolph es un pequeño gato doméstico
de color negro que vive enamorado de su joven dueña. Nunca sale de casa, nunca
va más allá del patio. Un día, por pura casualidad, se ve envuelto en un viaje
a Tokyo, perdido de su querido hogar.
En su viaje conoce a Tigre, alias
“Tengo un montón”, un antiguo gato doméstico, abandonado por su amo, que se fue
a Estados Unidos y que se busca la vida en las calles. Rudolph comienza un
viaje de vuelta a su casa (que durará un año), encontrando por el camino nuevos
amigos, pero también viviendo peligros que harán que el gato madure a marchas
forzadas…
Magistralmente narrada,
visualmente muy bien lograda, esta “Gatos” no es original en su planteamiento
de “Cat-Road movie” o de “regreso a casa”, pero si le da una vuelta de tuerca a un
final inesperado, muy esperable, por otra parte, cuando se trata de una cinta
japonesa y no de Pixar o Disney, donde suelen ser más de otros tipos de
finales. La verdad sea dicha, nos ha encantado. Tiene hasta su lugar para la
lagrimita, y para pasarlo bien. Los gatos están muy bien logrados y, bueno…
Mejor será que la veas. No defrauda.
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