Un mes y doce capítulos después, me he terminado de ver, en realidad
hace una semana, la segunda temporada de “Andor” emitida en Disney+. Serie que
muchos dicen que es la mejor serie del universo “Star Wars” y con la que yo
discrepo, porque me sigo quedando con “The Mandalorian” y “Ashoka”, y que viene
a cerrar una etapa que daría pie a la película “Rogue One” de 2016, que para mi
es una de mis favoritas de toda la saga.
Cuando hace tres años hice
la reseña de la Primera Temporada, ya señalé que la serie me parece más madura
a lo que nos tiene acostumbrado Disney, pero que me llegó a parecer a ratos
tediosa, llegando a ser un melodrama de cuidado, y bastante falto de acción.
Aquí, en esta segunda
temporada, se cumplen aquellas palabras de Carl Sagan cuando vio por primera
vez “Star Wars” y habló de la presencia de los humanos en la franquicia. Aquí
hay humanos, muchos humanos, muchísimos humanos de todos los colores y tamaños,
pocos droides, pocos seres de otras razas y planetas, y una sociedad que se
parece muchísimo a la nuestra… Y Coruscant, a Valencia.
…Y que, salvando las diferencias, parecen seguir
pautas ocurridas en los últimos dos siglos en nuestro planeta, como la
Revolución Francesa, la aparición de las dictaduras, el fascismo y mil guiños más…
Si hasta tenemos televisión y programas parecidos a los nuestros, con
noticieros incluidos… Y que vamos a ver sobre todo en el arco dedicado a
Ghorman, y su ataque por parte del Imperio.
En “Andor” vemos hasta cuatro arcos narrativos y
dos temas principales, que son: La evolución del propio protagonista,
interpretado por un Diego Luna que lo borda, aunque tenga un rictus en forma de
U invertida la inmensa mayoría del tiempo, y el camino a la Rebelión, en la que
los Rebeldes se irán haciendo un hueco poco a poco en su lucha contra el
Imperio mientras sufren traiciones y perdidas, pero con un crecimiento
inevitable, que, como sabemos, acabará finalmente con el Imperio.
En cuanto a los arcos, en un principio tenemos a
Andor robando una nave del Imperio para ir a caer a manos de unos rebeldes
torpes, desorganizados y enfrentados en los primeros episodios de esta segunda
temporada, que refleja el estado inicial de la Rebelión.
El
segundo arco nos muestra a un Cassian Andor cada vez más convencido de su lucha
contra el Imperio, mientras pierde amigos, y ve como tomar partido por los
Rebeldes le trae nuevos peligros mientras intenta pasar desapercibido y
organizar una labor de espionaje contra el Imperio.
El tercer arco argumental se centraría en torno a Ghorman,
la presencia del Imperio en la ciudad, su economía y su posterior masacre para
dominar los recursos del planeta, algo que convencerá a algunos miembros del
Senado a la hora de unirse a la Rebelión, que sigue expandiéndose, mientras se
desarrolla todo un juego de espionaje, contraespionaje, y donde vemos, como os
decía antes, bastantes similitudes a acontecimientos de nuestro propio planeta
de los últimos dos siglos. En este arco argumental hay puños cerrados,
manifestaciones, cadenas de televisión y si hubieran cantado La Internacional,
yo no hubiera parpadeado.
Es quizás el arco narrativo más político, más de
lucha social y contra la opresión, y hay cosas que te las ves venir, y no te
equivocas cuando realmente llegan. La Galaxia Lejana, se convierte en muy
cercana.
El cuarto y último arco
narrativo gira en torno a prepararnos para “Rogue One”, sobre todo en los dos
últimos capítulos, donde Cassian se lleva de recuerdo a la Base Rebelde a un
droide de seguridad imperial, KX, que se convierte en su compañero K-2SO una
vez reprogramado, y con el que juega a la cuatrola y al dominó en los ratos
libres, pasando de ser una máquina de matar del Imperio, a una máquina de matar
“happy flower” de la Rebelión, y cuya relación vamos a ver, precisamente, en
“Rogue One”, dejando el final de la serie en bandeja para que vuelvas a ver la
película, por si no te acuerdas.
Por todos estos aspectos,
la serie sigue la estela de la Primera Temporada, siendo efectivamente una
serie más madura, y política, a lo que nos tiene acostumbrados Disney, pero
también creo que el antropocentrismo de la misma juega en su contra, y que las
referencias culturales, sociales, políticas no la hacen original precisamente,
más si conoces mínimamente la Historia de la Humanidad, como os comentaba, de
los últimos siglos. Le falta acción, le sobra mucho rollo espionaje, mucha
narrativa enrevesada y al menos tres episodios que aportan poco.
En definitiva: Esta segunda
temporada me ha gustado, al igual que la Primera, ojo, pero… Sé que esta
opinión no va a ser nada popular, y que habrá gente… Mucha gente, que esté en
contra de lo que diga, y lo siento mucho por vosotros…
Pero para mí, no es la mejor serie de “Star Wars”, a
pesar de que la crítica profesional la pone por las nubes, o por las estrellas,
me sigo quedando con El Mandaloriano, y es que mi concepto de “Star Wars”
(quizás porque soy un Boomer) es más de acción, seres de todo tipo y colores,
llamadlo si queréis multicultural, batallitas, y con más entretenimiento en
todos los sentidos.
Aun así, le voy a dar un 6, porque me explican cómo es el Imperio y su manera de actuar desde los reclutas, la policía secreta, el organigrama funcionarial que ríete tú de la Junta de Extremadura, hasta el funcionamiento de sus hospitales, como el que sale en un momento dado, el Nuestra Señora de la Estrella de la Santa Muerte, y como se teje la Rebelión con más moral que el Alcoyano, y con gente en contra de lo malo y a favor de lo bueno… Ya me diréis que os pareció a vosotros.
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