Con un
presupuesto de 320 millones de dólares, y un elenco de actores de primera
línea, Netflix ha presentado “Estado Eléctrico”, una de las películas más
esperadas del primer trimestre de 2025, ciencia ficción pura y dura, donde hay
más IA y ordenata que tortugas de Florida en el Guadiana, y donde me cuesta
creer que recuperen algo del dinero invertido en la misma, pero allá ellos…
Basada en el libro de Simon Stålenhag,
que tiene un tufillo a lo “Ready Player One”, lo primero que me ha llamado la
atención ha sido, como he comentado, todos los actores que participan en ella,
que no tienen, digamos, unos sueldos bajos, y son de los más cotizados hoy en
día. Reunirlos a todos en una producción como esta, ha debido ser más de la
mitad de lo invertido.
En la dirección viene de la mano de
Anthony y Joe Russo, que tienen mucha experiencia en la Ciencia Ficción, y a
los que debemos gran parte de los éxitos marvelianos de los últimos años, y de
los venideros, ya que están enfrascados en las próximas películas de la
franquicia de “Los Vengadores”, dentro de su Fase 6, que se estrenarán en 2026
y 2027…
Y que nos traerán al “Doctor Doom” en un
primer lugar y a la “Secret Wars”, para rematar…
Pero centrándonos en “Estado Eléctrico”,
y retomando, por tercera vez, lo que os comentaba de los actores… Tenemos como
protagonistas principales a: Millie Bobby Brown, que ha dejado atrás finalmente
la etapa “Stranger Things” después de poco más de una década en el papel de
Once, final de serie que aún tenemos pendiente de ver por estos lares. Pasó por
España y nos habló de su relación con las cabras. Chris Pratt, también pasó por
España, puso caras y se fue.
Y después tenemos a nuestro rescatado Ke
Huy Quan, al que todos recordamos por “Los Goonies”, el inolvidable Data con
sus inventos ochenteros, y que ha retomado proyectos interesantes 40 años
después, relacionados con la Ciencia Ficción y el mundo de la animación.
El veterano Jason Alexander con un papel
de 5 minutos, que entre otros trabajos destacados y comentados por aquí,
tenemos la película de animación “Leo”, cuya segunda parte se estrena ya mismo,
y hacía de profe de teatro en la serie “Sheldon”, spin off de “The Big Bang
Theory”…
Y
a otros actores que yo creo que no necesitan mayores presentaciones, como Woody
Harrelson en el papel de Mr. Cacahuete, Capitán América Anthony Mackie haciendo
del robot Herman y Giancarlo Esposito, entre otros tantos…
Pero
centrándonos en la película, que llevo media hora hablando, y ni me he puesto
con el desarrollo de “Estado Eléctrico” … En la narrativa estamos en una
realidad alternativa donde los robots aparecieron en la época de Walt Disney y
adquirieron cierta inteligencia que les hizo pedir derechos, y ante la negativa
humana, montar una revolución que estuvieron a punto de ganar si no llega a ser
por un tipo sin escrúpulos, Ethan Skate, que inventó unos droides manejados a
distancia por los humanos, como extensiones de ellos mismos, que enganchan lo
mismo que el fentanilo o que un móvil, y que usaron para vencer a los robots
mientras estaban sentados tranquilamente a kilómetros de la batalla.
Previamente,
tenemos a una pareja de hermanos, Michelle y su hermano pequeño Christopher,
que es un cerebrito en matemáticas, que sufren un drama de mucho cuidado…
A Michelle le cuentan que su hermano ha
fallecido después de un accidente, y ella que es una menor que aparenta
veintipocos años, va de casa en casa sin llegar a encontrar su sitio.
Un día se le aparece un robot que era un
personaje de una serie de dibujos animados que veía junto a su hermano antes de
que cancelaran la serie, y con frases pregrabadas del personaje de la serie le
cuenta que él es, en realidad, su hermano fallecido, y que un doctor con gafas
sabe de su paradero. Así tal cual. Es como si una cafetera me convence de que
es la reencarnación de mi bisabuelo, o algo parecido.
Así, Michelle se embarca junto al robot
en una búsqueda por la reserva robótica, que está en Nuevo México, para
encontrar respuestas y de paso se unen a un tipo, Keats, que vende cosas por
Wallapop que coge prestadas aquí y allí, como Nintendos o mercadeo de los
Masters de los Universos, y a su robot Herman, para llegar hasta su hermano, y
de paso provocar otra revuelta robótica…
Si te pones a pensarlo fríamente, es un
plan sin fisuras. Aunque es mejor esto, que una realidad alternativa donde las
tostadoras sean pilotos de combate, yo qué sé…
En definitiva: Película de una hora y
cincuenta y cinco minutos de metraje, que no deja de ser mero entretenimiento,
y que es fácilmente olvidable. A mi me ha recordado en algunas cosas a “Ready
Player One”, visualmente es fantástica, y tiene un par de guiños buenos, pero
narrativamente es bastante plana y después de un comienzo, más o menos
interesante, va perdiendo fuelle y ya sabes quién va a caer en combate, como va
a desarrollarse la vaina y te hueles el final una hora antes… Predecible como
ella sola.
¿Nota? Un 5 por lo visual, por el elenco y por el dinero gastado. No tiene alma, y sospecho que en cines se hubiera metido el batacazo padre… En fin, lo dejo por aquí.
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