Ayer fui a ver “El Gato con
Botas: El Último Deseo” (Estados Unidos, 2022), con tres meses de retraso (en España
se estrenó el 21 de diciembre de 2022) y la he disfrutado muchísimo. Tanto es
así, que ya de entrada es una película que os recomiendo.
La narrativa nos lleva a ver a
Gato con una crisis existencial ante su última vida. En el mundo anglosajón
tienen nueve vidas, a diferencia de España, donde solemos decir que tienen
siete. Gato se ha gastado ocho de las nueve vidas, y la Muerte, en forma de
Lobo Feroz, se le presenta y lo atosiga, creyendo Gato que es un cazarrecompensas
hasta que se da cuenta de su verdadera situación.
La concesión de un deseo, por
parte de una estrella mágica caída en el Bosque Lúgubre tiempo atrás, sería la
única posibilidad de recuperar sus vidas, pero en el camino tendrá que afrontar
enemigos, y también amigos…
La película, como digo, me ha
gustado mucho, y de hecho me ha encantado ver un estilo de animación diferente,
en el que se mezcla lo pictórico con el 3D y el ordenador puro y duro.
La historia tiene algo de
películas del Oeste, como “la Muerte tenía un precio” o “El Bueno, el feo y el
Malo”, cuyo duelo final se parece mucho. También es deudora de “El Mago de Oz”,
en cuanto a la búsqueda del Deseo, el camino y los amigos que te encuentran en
dicho camino.
Finalmente, destacar detalles que me han
parecido sublimes, como el uso de monedas en los ojos por parte del Lobo para
amenazar a Gato con su Muerte, o los objetos que tiene el Malo malísimo (Jack
Horner) en su Gabinete de coleccionista: El tridente de Tritón de La Sirenita,
el Garfio del Capitán Garfio, la alfombra de Aladdin, el bolso y el paraguas de
Mary Poppins, referencias a Alicia en el País de las Maravillas, el zapato de
cristal y la calabaza de Cenicienta…
En definitiva, es una película
para toda la familia, con muchísimas referencias cinematográficas, y que supera
en muchos aspectos a las anteriores del Mundo de “Muy, Muy Lejano”…
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