Tras
ver la primera
parte, tenía claro que no pasaría mucho tiempo antes de enfrentarme a la
segunda película de esta trilogía de terror clásico, con adolescentes como
protagonistas, llamada “La Calle del Terror”.
Aunque
el final de la primera parte, coincide con el principio de esta “La Calle del
Terror. Parte 2. 1978” (Netflix, 2021), quizás deberíamos llamarla “El
Campamento del Terror”, pues la película, a través de los recuerdos de una de
las protagonistas, nos lleva hasta el terrorífico verano del 78, donde las
maldiciones de la bruja de turno, con el poder para poseer al personal y
transformarlos en auténticos asesinos, se desarrolla en un campamento juvenil.
Bastante
típico, por otro lado, que recuerda a aquellas cintas de hachas y sangre de
atrezo de los años ochenta, que dieron lo suyo en cuanto al género.
Esta
no deja de ser entretenida, con guiños a Stephen King, pero tiene una media
hora de metraje demasiado oscuro para mi gusto, en la que vemos el desarrollo
de los que fue el principio de la historia, y que tiene o busca las claves para
parar la locura de la maldición de la bruja.
No
me ha recordado tanto a los libros de R.L. Stine, como la primera parte, y
cumple como cinta de transición para enfrentarnos al final de la trilogía, con
recursos de tipo “recuerdo”. La presencia de Sadie Sink (“Stranger Things”), no
sé por qué, pero le da esa credibilidad que de otra manera le faltaría, unida a
alguna escena de sexo furtivo y fugaz. La música, acompaña, y se sube o se baja
según el desarrollo de la escena, aunque creo que en el 78 había una selección
más cañera, y conocida, que la ofrecida, más allá de los “Bee Gees” (y algún
grupo más, escribo de memorieta).
Predecible,
ya desde el primer minuto de metraje sabes quién quedará al final y quien no,
se deja ver… Pero mejor su tuviera menos metraje, por supuesto.
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