Cuando me he puesto a ver “Bajo Cero” (Netflix, 2020), a los diez minutos, me he dicho, pipas en mano: “Uffff, ya sé de qué va esta película, las he visto parecidas…”, y me han venido a la cabeza algunos títulos yanquis con furgones y presos de por medio, e incluso me ha venido a la memoria, la gran película española “Celda 211” (2009) con policías, funcionarios de prisiones y presos arquetípicos…
Pero no, que va, no podía estar más equivocado. Y según iba pasando el metraje, me he alegrado, y mucho de estar tan errado.
Tenemos un asalto a un furgón blindado con una serie de presos dentro. Lo que iba a ser un traslado rutinario y nocturno, se convierte en una auténtica odisea por sobrevivir, mientras afuera hay un enemigo misterioso que no se sabe que es lo que realmente quiere. El espectador se hace una idea, pero resulta que según avanzamos, vamos descubriendo que la trama dista mucho de ser la que, quizás, te habías imaginado.
La niebla, la historia de
cada uno de los personajes y el desarrollo de los mismos, y actores como Javier
Gutiérrez y Karra Erejalde, hacen que “Bajo Cero” sea, en mi opinión, de lo
mejorcito del cine español de los últimos tiempos, y creo que no exagero. Os la
recomiendo.
P.D: En el final, metáfora de la pesadilla que sigue sufriendo a día de hoy cierta familia española, me he identificado completamente con los personajes principales.
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