“Doctor Sueño” (2019) es la
secuela de “El Resplandor” (1980). En esta película, seguimos la vida de Danny (el nene del triciclo, que ya ha crecido, y se parece mucho a Ewan McGregor) ,
que está alcoholizado, y que sigue teniendo las experiencias que vivió de
pequeño y que lo dejaron un tanto tarumba.
Va de aquí para allá, mientras
un grupo de nómadas hippies, se van cargando y alimentando de los niños que
tienen el don de “El Resplandor” dentro de sí, dejando un buen reguero de
muertos y desaparecidos allá por donde van, como vampiros medio locos y
necrófagos, que llevan siglos dando por saco, como en "Jóvenes ocultos".
Danny, un buen día, conecta
telepáticamente con una niña “poderosa”, Abra, que es objetivo de los nómadas
hippies, y la lucha comienza entre unos y otros, usando sus poderes, y plomo cuando es conveniente…
La película, como historia
suelta no está mal. Entretenida. El rollo de alimentarse de almas o “vapores”
es muy de “Cristal Oscuro”, pero no me parece que “El Resplandor” necesitara
una secuela, aunque se agradecen las referencias a la cinta de Kubrick. Le
sobra, por supuesto, unos cuarenta minutos largos, sin pestañear.
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