La coreana “Un día” (Han-roo,
2017) nos propone un día de la marmota, desde el punto de vista de un médico
prestigioso, que regresa al cumpleaños de su hija para encontrarse que ella
muere en un accidente, haga lo que haga.
Toma diversas decisiones, para
evitar lo inevitable, y vive el mismo trágico final una y otra vez,
continuamente, y eso que los caminos que toma para cambiar el
pasado-presente-futuro son de los más diversos…
Y, a la vez, curiosamente, se
encuentra a un paramédico que tiene que ver como su mujer fallece en el mismo
accidente, y que, a su vez, intenta cambiar el mismo hecho, sin resultados.
Juntos, intentarán hacer algo
para romper el buche espacio-temporal, ideando algo para lograrlo, y pronto se
darán cuenta de que la cosa es más complicada de lo que parece y que hay otras
cosas que cambiar, aparte del futuro…
En parte, no es una película
original. Lo malo es que te llegas a cansar de las mil doscientas opciones,
algunas disparatadas que se les ocurren. Llega un momento en que la película se
ralentiza una barbaridad, y por eso, esta es una de esas a las que le quitaba
media hora de metraje perfectamente, sin pestañear. La dejo a vuestra elección.
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