(Trumbo en la bañera, escribiendo)
“Trumbo.
La lista negra de Hollywood” es la última película que hemos visto en el
Patio-Lavadero. Se trata de una interesante historia, de una parte no menos
interesante de la historia de los Estados Unidos. La Caza de Brujas que inició,
con el senador McCarthy a la cabeza, el Gobierno de los Estados Unidos contra
los actores, directores y guionistas de Hollywood, de ideas o simpatías comunistas
a principio de los años cincuenta del S.XX.
(Edward G Robinson, advenedizo y falsete)
La película tiene un sencillo desarrollo
narrativo. Aportando datos y curiosidades sobre la etapa y sobre el
posicionamiento de cada uno de ellos. John Wayne, por ejemplo, se alza como
paladín de los valores más ultras y conservadores de los Estados Unidos,
mientras que actores, como Edward G. Robinson, que pertenecía al partido
demócrata, aparece como uno de los mayores traidores, o chivatos advenedizos,
del conocido grupo “Los diez de Hollywood”, los inculpados, como Dalton Trumbo,
guionista de películas como “Espartaco”, “Vacaciones en Roma” que tuvo que
firmar bajo seudónimo y que se llevó el Oscar a mejor guion (fue uno de los dos
que llegó a ganar, el otro fue por “El Bravo. El niño y el toro”) que acabaron
con sus huesos en la cárcel durante años, e incluso exiliados (Trumbo, a
México).
(9 de los 10 de Hollywood)
Se echa en falta, un enfoque más general del
proceso, al menos la mención a Bertold Brecht, que tuvo que sufrir un proceso y
se exilió de Estados Unidos después de haberse declarado inocente de cualquier
acusación, o de Chaplin, que también soportó interrogatorios y, finalmente, el
exilio.
La obsesión anticomunista se refleja bastante
bien en la película, se agradece que usen alguna que otra imagen de la época, la
hipocresía hacia los ciudadanos negros (el propio Trumbo no se mojaba mucho en
temas como la segregación o el voto negro), las grandes fiestas Hollywoodienses…
Y desde luego, indiscutiblemente, quien levanta la película por encima de la
media es la gran presencia de Bryan Cranston, que hace un papelón, un gigante
de la interpretación y que es uno de los mejores actores del momento. La gente
te dice: “Este tipo, desde que hizo Breaking Bad…”, y yo recuerdo haberme ya
reído con él, con un plato de cereales en el desayuno, con su “Malcolm in the
middle” (allá por el 2000).
El caso es que, en la película se refleja que
Trumbo no era una persona perfecta ¿Quién lo es?, pero tampoco un rencoroso.
Intento salir de todo aquello, recuperar su vida, y seguir adelante haciendo lo
que mejor sabía hacer, escribir guiones para películas.
Recomendable.
Por cierto, no os perdáis los títulos de crédito finales. A mi me han gustado,
reveladores, para dar el punto y final.
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