Basada en una serie ochentera que no conozco, y sinceramente ni me sonaba, y no recuerdo que se emitiera en España, ¿O tal vez si y yo no la vi?, a saber… Titulada “El Especialista”, es una película estadounidense de acción, nunca mejor dicho, que trae como protagonistas principales del elenco a Ryan Gosling, más Ryan Gosling que nunca, porque además hace de Ryan Gosling… Y Emily Blunt.
Al no haber visto la serie, no puedo hacer una reseña comparativa con la misma, solo sé que era creación del mítico Glen Albert Larson: Guionista y productor de series míticas como “El Coche Fantástico” o “Galáctica: Estrella de Combate”. Oír o leer este nombre hace cuarenta años, creedme, os lo dice un boomer, era garantía de que la serie te iba a gustar, o como mínimo, entretener…
La película, hasta donde me ha parecido, no tiene muchos pies ni cabeza. Dos horas largas de metraje que, creo, que pretende ser un homenaje a todos esos especialistas que hacen de dobles en las películas de acción, y cuyo reconocimiento aun no les ha llegado, o nunca uno se acuerda de ellos, anónimos en las sombras y con su nombre en Arial 12 después de diez minutos de créditos…
Eso me ha parecido, porque más allá de escenas de acción con algún toque de humor, una historia romántica difícil de creer porque no acabo de verle la química al tándem Blunt-Gosling, referencias cinematográficas espaciadas por el camino y las poses de Gosling, como os digo… Más Gosling que nunca… Poco más podemos decir de una película que a mi me ha servido para desconectar, pasar el rato, y olvidarla al cabo de un rato… De hecho, hago esta reseña por los pelos.
En la narrativa, y con voz en off del propio Gosling, que podría haber sobrado perfectamente, tenemos a Colt Seavers, un especialista doble de acción de la estrella del momento, el siempre pasado de rosca: Tom Ryder. Colt tiene una historia de amor con la ayudante de cámara, Jody (Emily Blunt), que quiere ser directora en algún momento de su carrera...
Un buen día sufre un accidente en el set de rodaje, que no fue tal accidente como veremos después, y Colt desaparece de la profesión y se busca un trabajo de aparca-coches varios meses después de aquel hecho.
Una malvada productora le llama para que haga de especialista en una película de Jody, reconvertida en directora, y como en los dibujos de Scooby Doo, Colt se presenta en el set mucho antes de que lo haga su propia sombra. Es el amor, o la saliera, en estado puro, es innegable.
Una vez allí los comienzos con Jody no son fáciles, que le recrimina su desaparición, pero poco a poco, gracias a la música de Taylor Swift y las poses de Gosling, la relación comienza a recuperarse.
Lo que no saben nuestros protagonistas, es que el regreso del especialista se ha hecho para cargarle un muerto, nunca mejor dicho, y Colt deberá probar su inocencia mientras recupera a su amor, le habla a un perro en francés y esquiva golpes, balas y explosiones por este orden… Y es que la vida de un especialista es dura, muy dura, tanto… Que se toman en café solo y sin azúcar, y son tan machotes, que repiten y todo.
En definitiva: Película para pasar el rato. No iba con muchas expectativas, y he hecho bien. Tiene algunos puntos de humor que me han gustado, pero poco más dentro de una historia que más que un homenaje, parece a ratos parodiar a los propios especialistas… ¿De nota?, pues de nota le doy su 5 raspado de rigor, parece mentira que no me conozcáis, y precisamente por la acción, las escenografías y en reconocimiento al trabajo de los grandes currantes que son los especialistas, no por lo demás...
Durante
los créditos aparecen las escenas de acción de la película rodadas
por los especialistas de la misma, y hay una escena post-créditos
donde el especialista original de la serie de Larson, el octogenario
Lee Majors, detiene a los malotes de la película.
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