Reconozco que “Un gato callejero
llamado Bob” (2016) es una de las películas que más me gustó del año pasado, y
sin embargo, no hice ninguna entrada sobre dicha película, por falta de tiempo
fundamentalmente.
La historia de un adicto a las
drogas, James Bowen, que sale del hoyo gracias a la ayuda de un gato
anaranjado, que un buen día se encuentra en la calle, Bob, me dejó patidifuso.
Los amantes de los gatos no estamos acostumbrados a que se publique mucho sobre
ellos. Estamos acostumbrados a verlos hacer cosas graciosas en vídeos en
YouTube, en Facebook… Pero no a este tipo de historias que te llegan.
Así que para resarcir el error.
Mi entrada será doble. Por un lado, no me voy a meter en la película, pero si
os la voy a recomendar. Ya que merece la pena para ver al propio protagonista
de esta fascinante historia, Bob, que hace de sí mismo en la cinta, y en la que
James Bowen hace un propio cameo. Es una película que hemos visto en clase a lo
largo del pasado curso, junto a “Siempre a tu lado, Hachiko” (2009), porque me gusta
utilizar como un tema transversal en mis aulas el tema del amor por los
animales (aunque no sea oficial). Dentro del Cine Social al que los tengo acostumbrados, vemos diversos
temas: Crisis, conflictos familiares, sociales, políticos, racismo… Procuro
tocar todas las cuerdas aunque es difícil. Este año me apoyé en un perro
(Hachiko) y en un gato (Bob) para intentar llegar a los alumnos.
Alguno no os lo vais a creer,
pero no todos los chicos tienen ese amor por los animales como uno ya presupone
que traen de fábrica. Muchos creen que perros y gatos, por poneros un ejemplo,
son meras mascotas que se chupan una pata de vez en cuando. Obras como esta,
escasas, ayudan en algo a ir cambiando percepciones y puntos de vista.
El libro “Un gato callejero
llamado Bob” (2013, edición en castellano) publicado por James Bowen tiene poco
que ver con la película. Las dos historias, la de la película y la del libro,
son francamente admirables, pero “el gato al agua”, como no, se lo lleva el
libro, una vez más.
James Bowen, es un joven
drogadicto, que se ha malcriado entre Australia e Inglaterra, sin prácticamente
ningún referente parental. Viviendo en las calles de Londres, intenta salir de
su enganche a la metadona, y se gana la vida tocando la guitarra por el Centro
de la ciudad y vendiendo revistas. Un día, Bob, un gato naranja, malherido, aparece en su vida, y
aunque James es receloso de entablar cualquier tipo de vínculo con él, la magia
del gato le atrapará, y hará que James cambie su vida…
(Un video de YouTube, de hace unos meses, de James y Bob)
Lo dicho, recomiendo tanto la
película como el libro (en la página final del libro, Bowen reconoce "ayuda" para escribirlo, lo cual le honra por su sinceridad), las dos me parecen auténticas, pequeñas joyitas. A mí,
francamente, me han gustado, y me ha llegado mucho esta historia de James y
Bob, que espero estén muchos años juntos.
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