¿Os pensabais que ya estaba todo dicho en el mundillo de los Súper-héroes? Pues no. Estabais equivocados si pensabais así. “Supacell” ha llegado a la Plataforma Netflix y se ha colado como una de las series más vistas en España. Serie británica de seis episodios, con una media de duración de 50 minutos, que le da un nuevo giro, una nueva vuelta de tuerca al tema de la peña con poderes.
Creada, escrita, guionizada por un tal Rapman, que también hace de Director, maquillador, técnico de sonido y chico de los recados, Supacell” dedica cada uno de sus episodios al nombre de cada uno de los componentes de nuestro grupo de súper-héroes, cada uno de ellos con uno distinto: Invisibilidad, súper-velocidad, superfuerza, desvío de objetos y el más interesante de todos para mí: El Control del Tiempo. Y con la característica de que todos nuestros héroes, y no es moco de pavo este punto, son negros.
La narrativa nos lleva hasta Londres, donde vamos viendo y conociendo la vida de cada uno de nuestros protagonistas, que está más conectada de lo que ellos mismos se piensan, a pesar de que vienen de ambientes muy distintos, y cuyos poderes comienzan a aparecer en situaciones concretas y extremas.
Algunos llegan a controlarlos más pronto que tarde, y en un principio, los usan en beneficio propio. Estos poderes se manifiestan por un cambio de color en los ojos, que se les ponen amarillos miel antes de activarse, y que en un principio puede llegar a pensarse que es un caso grave de ictericia en grado superior.
Eso si, discretos son poco. Y son continuamente grabados por las 40 millones de cámaras por metro cuadrado que hay en Londres, por una diabólica organización que los captura para experimentar con ellos.
Dicha organización, que utiliza a gente con superpoderes, igual que nuestro grupo de protagonistas para poder capturarlos y encerrarlos, está dirigida por un grupo de malvados blancos (bueno, también hay una asiática random por ahí pululando), posiblemente heterosexuales y hetereopatriarcales, algo que me huelo descubriremos en una futura temporada, que no nos ha quedado claro en estos primeros seis episodios cuáles son sus verdaderos objetivos y fines.
Como curiosidad, os diré que el 98% del elenco de actores es negro. Y, ojo, no es criticar, es solo referir, que enseguida la gente se pone a la defensiva. Mientras que los blancos aparecen poco, y cuando lo hacen son los malos que manejan el cotarro, yonquis o camellos, o policías con perros. La serie es curiosa, entretenida… De hecho, yo suelo decir que a toda serie les suelen sobrar tres episodios por temporada, pero a esta no le quitaría nada, y hay muchas referencias a Marvel y a DC Cómics, nombrando incluso a algunos héroes de ambas compañías.
Ahora bien, la pregunta del millón es… ¿Llega a ser original? Me temo que no. Hay muchas referencias a la serie estadounidense “Héroes” de 2006, que yo, por cierto, recomiendo, donde curiosamente había un Villano que robaba poderes, aquí es una organización, y un tipo que manejaba el espacio-tiempo, en aquella serie un oficinista japonés amante de los cómics, y aquí un repartidor de paquetes… Además de otras referencias a historias de cómics que ya he leído, varias miles de veces en los últimos cuarenta años, por lo que sorpresas… Me temo, que no me he llevado ninguna.
Aún así, ojo, yo os la recomiendo, pero eso sí… Sin llegar a ponerme estupendo, que después nos venimos todos arriba. Le doy un 5,5 de nota y espero ansioso vuestras opiniones al respecto. Por cierto, el final que queda muy abierto, pide a gritos una segunda temporada, pero me temo que a fecha de hoy, Netflix no se ha pronunciado aun al respecto, por lo que habrá que esperar...
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