Dada la complejidad de la trama, voy a hablar de esta serie como si
ya la hubieras visto, y conocieras el Universo Star Wars. Por lo tanto, los
spoilers y revelaciones están encima de la mesa, y de una manera muy muy
resumida, solo comentando cosas que me han llamado la atención, sin entrar en
grandes cuestiones ni reflexiones porque no quiero escribir la Biblia en pasta…
Avisado, avisada…
Cuando
tecleo esto, hace ya unos días que ha concluido la Primera Temporada de “El
Libro de Bobba Fett” (Disney, 2022), con sus siete episodios. Como todo lo que
esté relacionado con “Star Wars” me interesa, me he visto todos los episodios
sin pestañear, aunque tengo que reconocer que me gustan más las películas
setenteras y ochenteras de la saga, y que estas me parecen entretenidas, pero
fofas y con un antropocentrismo exagerado, junto a una mezcla de cultura pop
que no me acaba de convencer… Hago un breve resumen, desde el punto de vista de
que conoces la serie, porque en caso contrario, no te vas a enterar de nada de
lo que estás leyendo…
En
los primeros episodios vemos a Bobba Fett sobrevivir a lo que creíamos su final
devorado por una hormiga león del desierto del tamaño de Cuenca. Con mucha
tenacidad se salva solo para caer en manos de una tribu Tusken, que en un
primer momento lo esclaviza, pero pronto lo ven como uno de sus suyos, por su
fealdad y su calvicie. Bobba descubre la amistad a base de golpes, hostias y
atracos a trenes, como en las películas
de John Ford, y las malas amistades acaban… Con los pobres Tusken.
De
estos episodios, me ha llamado la atención la presencia de una raza de
lagartos, muy parecidos a los de la serie “V”, que van a salir a lo largo de
toda la temporada.
En
el episodio tres, aparecen cuatro jóvenes “mods en vespa” de llamativos colores,
tipo “Power Rangers”, que en mi opinión sobran de largo y cuya presencia no
tiene mucho sentido.
Bobba
quiere ocupar el lugar de Jabba The Hut, como jefe de la mafia local, pero no
parece tener los huevos suficientes para manejar el cotarro como debe ser. Nos
habían contado que Tattoine era un pedregal, y aquello parece Badajoz en
Carnaval.
Llegados
a este punto tengo que decir que la música es buena, pero la presencia de
moteros, pistoleros y comportamientos del Lejano Oeste, se cargan la esencia
primitiva de Star Wars con varias galaxias de diferencia…
El
quinto episodio es de lo mejor de la serie, y la sencilla razón es porque no
sale Bobba Fett. Sale un dragón cacareando al amanecer y el circuito de Mos Eisley,
famoso por la carrera de vainas en la que participó un pequeñito Anakin en su
día.
En
el sexto episodio, aparecen R2-D2 y Luke Skywalker. El mandaloriano está
buscando a Grogu y Luke lo está entrenando, no sin demasiados resultados. Más
tarde, Mando aparece intentando reclutar a peña para luchar contra el sindicato
del crimen que tiene el control de la especia. El malo es Cad Bane, conocido
por los dibujos animados canon de la serie, que es Clint Eastwood en su versión
azul. Todo ya es un western galáctico elevado al cubo. Luke, dubitativo ante
los avances escasos de Grogu, le da a elegir entre la espada de Yoda y la armadura
que le regaló por Navidad su Mando querido y este elige…
En
el último episodio, el séptimo, estamos ante una guerra abierta entre el
sindicato y el reducido grupo de Bobba Fett que espera los refuerzos de “Ciudad
Libre”, que no acaban de llegar. Grogu eligió y quiere quedarse con Mando, para
lo cual, R2-D2 lo acerca en taxi a Tattoine. El estilo western continua en este
último episodio, con rebeliones y traiciones incluidas por toda la ciudad que
merman las fuerzas de Bobba Fett y le ponen en aprietos, aunque ya a estas
alturas está claro que el personaje es un simplón de cuidado y ha sido
eclipsado por siete u ocho más interesante que él, robots y androides
incluidos.
Es
un episodio con bastante acción, donde lo que más raya sigue siendo la
presencia de los “mods en vespa” y sus diálogos absurdos. Con ciento y pico de
muertos en la ciudad, tenemos un Duelo al Sol en toda regla, entre nuestro Clint Eastwood
azul y el gordo de Bobba Fett, mientras que gran parte del metraje se lo llevan
unos robots con escudo (ya vimos algunos parecidos en “La Amenaza Fantasma” y “La
Guerra de los Clones”) y el King Kong verde de turno… Bobba y su equipo ganan
casi sin bajas y todos felices, con una escena post-créditos que podríamos calificar
como “pssssss”.
Resumiendo: Flojo este libro, que solo se salva con el brillo de los personajes supuestamente secundarios, que son los que llevan la batuta. Disney se cargó hace tiempo la esencia de la serie, pero se agradecen los guiños. Se rumorea sobre una nueva temporada sobre inicios-mediados de 2023, de ser cierto, habrá que verla, aunque sea insípida como esta…
2 comentarios:
Y si el pekeñajo suspende en 1° de Jedi... ¿Para qué carajo lo quiere el Imperio? Con el culo torcido me hallo.
Mi teoría Carlos es que es interesante para el Imperio porque Grogu es sensible a la Fuerza, y podría ser un posible Sith en un futuro. Se sabía que no podía ser un Jedi, porque cuando Kylo Ren ataca y destruye el Templo Jedi que construye Luke Skywalker, asesina a los alumnos Jedi, y Grogu no está en la lista de bajas, ni estaba cuando se produjo el ataque... Creo que por ahí van los tiros.
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