Hasta esta semana no había leído “La
búsqueda del pájaro del tiempo” (el integral, 2014), un clásico de la Historia
del Cómic, una obra maestra, que se me había quedado atrás, durante mucho
tiempo, y que tenía que leer para enmendar mi descuido.
“La búsqueda del pájaro del
tiempo”, con guion de Le Tendre y el magnífico dibujo de Loisel (que también se
encargó del color junto a Lapierre), comenzó a publicarse en 1975, en la
revista de Ciencia-Ficción francesa Imagine,
aunque ambos autores volvieron a rehacer el cómic en 1982, y se publicó en
pequeñas entregas, desde 1983 hasta 1987, año en que finalizaron la primera
época.
Hasta 2013 no hemos podido
disfrutar de la primera edición integral en castellano (yo me he leído la
segunda, la primera voló enseguida), y a pesar de que el cómic ya supera los
cuarenta años, sigue tan fresco y tan dinámico como entonces.
En “La búsqueda del pájaro del
tiempo” nos encontramos en un mundo de fantasía, Akbar, formado por siete
regiones comandadas por sendos Señores (algunos buenos, otros no tanto…), que
bebe de la literatura medieval, un tanto de El Señor de los Anillos, hasta un
poco diría de la mítica “Cristal Oscuro”. Una extraña compañía formada por una
bella guerrera, Pelisse, enviada por Mara, su madre, una poderosa princesa-hechicera,
junto a su supuesto padre, el Caballero Bragón, que porta una poderosa hacha “La
Parca”, y a los que se les une un guerrero enclenque y desconocido que cubre su
rostro con un casco y el discípulo díscolo de Bragón: Bullrog. Juntos, deberán
impedir el regreso del Dios del Mal, Ramor, encontrando para ello al pájaro del
tiempo.
El dibujo es una auténtica
pasada, el color se sale, el guion nos lleva de aventura en aventura, casi sin pararse a
respirar. Tras esta auténtica epopeya (que contiene los primeros cuatro álbumes)
llegaron cuatro más, hace relativamente pocos años: “El amigo Javin” (quinto
libro), “El libro mágico de los dioses” (sexto libro), “La pista de Rige”
(séptimo libro) y “El caballero Bragón” (octavo, y de momento, último libro,
que yo sepa).
Lo dicho: Estamos ante un
clasicazo impresionante. De esos que enganchan desde la primera página, de esos
que tienen unos personajes increíbles. Muy recomendable.
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