¿Os acordáis de aquel mítico
episodio de Los Simpson “Campamento Krusty”? Pues eso es “ColdWater” (2013).
Una versión de Campamento Krusty, de muy bajo presupuesto.
En plena noche, en la habitación
de Brad entran unos tipos que lo sacan a rastras de casa. Parece un secuestro,
pero no lo es. Su madre no para de pedirle perdón, en la calle, mientras a Brad
se lo llevan a un destino desconocido.
Sin muchas preguntas (y
respuestas) de por medio. Aparece en ColdWater, un campamento para adolescentes
problemáticos (No llegan a veinte), en mitad de la nada, dirigido por un excoronel
de la Guerra de Irak. Tras semanas de trabajo duro, marchas y abusos, los
chicos (que aparentemente no son tan chungos, al menos, en un principio),
comienzan a cambiar (a peor) y la cosa se pone, finalmente, chunga, bastante
fea. La historia se nos va mostrando a través de múltiples flashbacks, que hace
que el espectador se pierda un poco, ya que hay que componer el puzzle, o al
menos, imaginárselo.
La cinta lo intenta, pero, en mi
opinión, no llega. Los actores no son muy creíbles en sus papeles, no
enganchan, y hay escenas muy tópicas y típicas de este tipo de cine
norteamericano. La idea me parece buena, quiero decir, que si el guion lo
pillan para una serie (u otro director la película), quizás hubiera salido algo
interesante… Aun así, le dedico esta entrada en el blog porque, puestos,
ColdWater puede entretenerte, eso sí, sin tirar muchos cohetes.
P.D: El parecido del protagonista
con Ryan Gosling es digno de destacar.
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