Quizás
te suene el hecho. Fue muy sonado en todo el país, y especialmente en
Extremadura, en los noventa. En 1992, un obrero que realizaba unas reformas en
una vieja casa de Barcarrota, encontró, tras una pared, una pequeña biblioteca
escondida. Se trataba de una colección de diez libros, y dos manuscritos, que
se fechaban entre 1525 y 1554.
El
revuelo fue mayúsculo, porque entre los libros, había algunos prohibidos por la
Santa Inquisición (cuyos miembros, esperemos, estén asándose en el más allá, si
es que lo hay…), relacionados con textos para realizar exorcismos y quiromancia,
alguno que denotaba el carácter converso del propietario, un libro de Erasmo de
Róterdam, una edición no conocida de “El Lazarillo de Tormes”, "A muyto devota oraçã da emparedada" prohibida en España y escrita en portugués, y como decía, dos manuscritos, uno de los
cuales, muy interesante, era un amuleto de protección, redactado en latín, y
fechado en Roma, perteneciente a Fernão Brandão, portugués originario de Évora,
que se cree discípulo del dueño de la Biblioteca: Francisco de Penharanda.
La
Biblioteca fue adquirida por la Junta de Extremadura (1995), y puede
consultarse on-line a través de su web, encontrándose en depósito en Badayork.
De
la historia de Francisco de Penharanda y su peculiar Biblioteca, e historia, va
“O segredo de Barcarrota”, de Sérgio Luís de Carvalho, escritor y profesor
portugués, con un saco de libros y premios a las espaldas. En “O segredo de
Barcarrota”, el autor teoriza sobre lo que le pudo pasar a Francisco de
Penharanda, un médico judeo-converso que ejerció su profesión en la pacense
población de Barcarrota, pero que se exilia a Olivenza (en 1557, portuguesa por
aquel entonces) y acaba sus días (creemos) allí.
De
Penharanda se sabe que vivió en dicha casa con Guiomar Henriquez, judía
conversa, como él, y que tuvieron cinco hijos, dos varones: Juan y Fernando
(muerto en Perú, no sé sabe muy bien si en batalla o por malas fiebres), y tres
hijas. Viudo de Guiomar, lo encontramos, precipitadamente ejerciendo en Portugal,
donde volverá a casarse, en segundas nupcias, previo emparedamiento de tan
peligrosa Biblioteca, que le hubiera podido costar la vida.
“O
segredo de Barcarrota”, que me he leído en portugués (ando con el C1 liado, pero lo tenéis en puro castellano también),
desarrolla la historia de Penharanda, que lucha contra la demencia irreversible
de su amada Guiomar (con exorcismo y quiromancias, desencantado ya con su
oficio médico), mientras ve como sus allegados y amigos son arrestados por
judaizantes y los ojos de la Inquisición comienzan a fijarse en él.
Me
ha parecido un libro interesante, entretenido, a ratos se me ha hecho largo,
con unos interesantes personajes secundarios. Es una historia de amor, sin
duda, con el trasfondo de histórico de la etapa, y una buena excusa para
interesarse por su legado.
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