domingo, 1 de enero de 2017

"O segredo de Barcarrota". Sérgio Luís de Carvalho


        Quizás te suene el hecho. Fue muy sonado en todo el país, y especialmente en Extremadura, en los noventa. En 1992, un obrero que realizaba unas reformas en una vieja casa de Barcarrota, encontró, tras una pared, una pequeña biblioteca escondida. Se trataba de una colección de diez libros, y dos manuscritos, que se fechaban entre 1525 y 1554.

        El revuelo fue mayúsculo, porque entre los libros, había algunos prohibidos por la Santa Inquisición (cuyos miembros, esperemos, estén asándose en el más allá, si es que lo hay…), relacionados con textos para realizar exorcismos y quiromancia, alguno que denotaba el carácter converso del propietario, un libro de Erasmo de Róterdam, una edición no conocida de “El Lazarillo de Tormes”, "A muyto devota oraçã da emparedada" prohibida en España y escrita en portugués, y como decía, dos manuscritos, uno de los cuales, muy interesante, era un amuleto de protección, redactado en latín, y fechado en Roma, perteneciente a Fernão Brandão, portugués originario de Évora, que se cree discípulo del dueño de la Biblioteca: Francisco de Penharanda.

        La Biblioteca fue adquirida por la Junta de Extremadura (1995), y puede consultarse on-line a través de su web, encontrándose en depósito en Badayork.
De la historia de Francisco de Penharanda y su peculiar Biblioteca, e historia, va “O segredo de Barcarrota”, de Sérgio Luís de Carvalho, escritor y profesor portugués, con un saco de libros y premios a las espaldas. En “O segredo de Barcarrota”, el autor teoriza sobre lo que le pudo pasar a Francisco de Penharanda, un médico judeo-converso que ejerció su profesión en la pacense población de Barcarrota, pero que se exilia a Olivenza (en 1557, portuguesa por aquel entonces) y acaba sus días (creemos) allí.

        De Penharanda se sabe que vivió en dicha casa con Guiomar Henriquez, judía conversa, como él, y que tuvieron cinco hijos, dos varones: Juan y Fernando (muerto en Perú, no sé sabe muy bien si en batalla o por malas fiebres), y tres hijas. Viudo de Guiomar, lo encontramos, precipitadamente ejerciendo en Portugal, donde volverá a casarse, en segundas nupcias, previo emparedamiento de tan peligrosa Biblioteca, que le hubiera podido costar la vida.

       “O segredo de Barcarrota”, que me he leído en portugués (ando con el C1 liado, pero lo tenéis en puro castellano también), desarrolla la historia de Penharanda, que lucha contra la demencia irreversible de su amada Guiomar (con exorcismo y quiromancias, desencantado ya con su oficio médico), mientras ve como sus allegados y amigos son arrestados por judaizantes y los ojos de la Inquisición comienzan a fijarse en él.

       Me ha parecido un libro interesante, entretenido, a ratos se me ha hecho largo, con unos interesantes personajes secundarios. Es una historia de amor, sin duda, con el trasfondo de histórico de la etapa, y una buena excusa para interesarse por su legado.

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