“Atlas”, película de ciencia ficción estadounidense ha llegado a nuestras pantallas, a la plataforma de Netflix en España, en esta última semana de mayo, concretamente el 24 de mayo, y nos trae otra vuelta de tuerca más, otra más si cabe, en cuanto a futuros distópicos donde robots, licuadoras e inteligencias artificiales, se vuelven contra la humanidad… Por lo que ya de entrada, muy original no es… Pero… Hablemos de “Atlas”.
La película tiene a Jennifer López como productora y como protagonista, y coge una idea que ya viene de antiguo, como es que un robot se salte a la torera o engañe a los humanos para hacerlo, las tres leyes de la robótica promulgadas por Isaac Asimov, y que tienen su origen en el relato “Circulo vicioso” de 1942, de no hacer daño a un humano, cumplir las órdenes de los humanos, y protegerse siempre y cuando no entre en conflicto la tercera ley con las dos primeras.
En la narrativa: Estamos en un futuro supongo lejano, con naves voladoras y una humanidad muy avanzada, que explora el espacio exterior y que convive con robots e inteligencias artificiales en su día a día, aunque no aparece como se limpian el trasero. El caso es que en los dos primeros minutos ya vemos como Harlam, un robot doméstico de la niña Atlas y su madre, que era una experta en IA, monta un pifostio de mucho cuidado, asesinando junto a otros androides que sueñan con ovejas eléctricas a miles de humanos. Acorralados, Harlam y los suyos huyen del planeta, no sin antes amenazar con volver y soltar la risa diabólico habitual para estas ocasiones.
28 años después, Atlas es analista de Inteligencia artificial y no llega a los 40 años, algo que cuesta creer en Jennifer López por mucho que se cuide, pero bueno… Es una película de Ciencia Ficción… Y aparece otro robot doméstico de la familia, que tras cargarse a una docena de soldados de élite, revela que Harlam y los suyos se ocultan en un planeta de la Constelación de Andrómeda a tres o cuatro días de la Tierra. Así que los estadounidenses preparan a un grupo de rangers con exoesqueletos equipados con IA, lo último de lo último, para ir al planeta y acabar con todos ellos, llevándose a Jennifer López con ellos, que para eso es analista y la protagonista…
Ya desde que prácticamente se acercan al planeta, todo sale mal, y los robots les dan la del pulpo, sobreviviendo solo Jennifer López, Atlas para los amigos, y su exoesqueleto Smith, que es la viva voz de Anthony Hopkins en la versión española, y ambos, tras superar las reticencias habituales entre humana a la que le ha traicionado hasta la "silkerpil" e inteligencia artificial chismosa que es capaz de leerte en la mente hasta lo más chungo de tu cerebelo, se embarcan en la misión suicida de acabar con Harlam y sus robóticos secuaces…
En definitiva: Estamos ante una película típica de Netflix, que no sorprende en ningún momento, predecible y tópica, con buenos efectos especiales, con un metraje de una hora y cuarenta minutos, entretenida para pasar la tarde con mucho café en mano, y con estética de videojuego en algunas ocasiones. Lo que se han gastado en ordenador, se lo han ahorrado en actores, que duran la inmensa mayoría de ellos dos minutos vivos, y que incluso se repiten en plan “Oompa Loompa”.
Es, al menos, más digerible que las dos partes estrenadas de “Rebel Moon”, y solo por ello, le doy su correspondiente 4,5 raspado, y es quizás mucho, porque estoy convencido que no sobreviviría a un segundo visionado...
Esta es la típica película que gustará a robots de cocina y licuadoras, y no le hará mucha gracia a los amantes de la buena Ciencia Ficción... Una curiosidad, por cierto, a manera de anécdota, es que cuando el exoesqueleto le propone a Atlas elegir idiomas, aparece el catalán con una estelada… Echadle un vistazo...
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