“La Caza” es una película de 2020, pero estrenada en Netflix España a finales de febrero de 2024, y que comparte título, y hasta cierto punto, temática con otras películas, salvando las distancias propias del guion, con el tema de las cacerías humanas, que pueden ser en forma de concurso televisivo, como aquella mítica “The Running Man” de 1987, que en España conocimos como “Perseguido”, y en Hispano-América como “El Sobreviviente” o “Carrera contra la Muerte”, protagonizada por Arnold Schwarzenegger, alias “El Chuache”, y que se basaba en un relato de Stephen King, titulado “El fugitivo”, y en un inquietante 2017 donde se había creado un Estado policial y censor, que dominaba a toda la sociedad civil a través de la televisión y de cierto concurso televisivo…
En esta ocasión, “La Caza” vino con cierta polémica en su estreno, con cierto barullo, ya que la coletilla que la acompaña hace tres años y medio con las primeras olas del covid encerrándonos en casa fue la frase: “La película que Donald Trump no quiere que veas”, ya que al parecer, y según se cuenta en diversos foros y webs, el expresidente Donald Trump habría visto en los ricos cazadores de seres humanos, una parodia de sí mismo y de sus seguidores, aunque personalmente, creo que la película en sí es una crítica a la sociedad estadounidense en general, del momento, dando caña a los sectores civiles más relevantes, creando situaciones y diálogos tan absurdos, como hilarantes y llenos de eso… De un humor ácido, que hay que tomárselo de aquella manera, en mi opinión, ojo.
En la narrativa: Doce personas, secuestradas en distintos lugares y ciudades de los Estados Unidos, se despiertan en el claro de un bosque. Llevan mordazas con candados en a boca. Están confusos, y pronto crees que sabes quienes son los protagonistas, aunque esos mismos caen a las primeras de cambio. En mitad de ese verde claro, hay una enorme caja de madera. En dicha caja, encuentran armas de todo tipo, un cerdito y las llaves de los candados de las mordazas que les impiden hablar. Nada más hacerse con las armas, les empiezan a disparar desde un búnker cercano, y en su huida descubren que están rodeados de trampas mortales, desde minas hasta estacas…
Se ha iniciado La Caza: Un juego creado por ciertas élites forradas de dinero, y sin escrúpulos ninguno, que se han montado en un bosque croata ese tinglado, y que se divierten matando a individuos que no les entran por el ojo…
Todo parece ir bien para las élites, que eliminan con facilidad enseguida a la inmensa mayoría de los perseguidos, pero resulta que en la captura de las víctimas parece ser que se equivocaron, y trajeron a una exmilitar con amplia experiencia en combate, Crystal (Betty Gilpin), que comienza a acabar con las élites, uno a uno, hasta llegar a la jefa final, una muy creíble Hilary Swank que mueve los hilos de todo aquello, y que no le va a poner fácil terminar con el juego… Y hasta aquí os voy a contar, que para eso tenemos activados el 50% de spoilers durante este 2024, para que no os quejéis que reviento el 100% de las tramas.
La película me ha gustado bastante, tirando a mucho, tengo que reconocerlo. Y más allá de las polémicas que quieran buscarles unos y otros, yo la veo como una comedia ácida, con algunos puntos que a mi me han hecho soltar alguna carcajada, sobre todo en ciertas muertes absurdas, y buenas escenas de acción en general. El personaje principal me ha llegado a entusiasmar por momentos, sobre todo en los pocos análisis de que hace de la situación, y su manera de resolverlos… Hay un par de escenas que incluso pensé: Esta parte seguro que le mola a Tarantino… Y, por el contrario, hay personajes que podrían haberse trabajado mucho más y que quedan prácticamente sin tocar, desaparecidos en los primeros compases de la película, y es una pena que de doce a los diez minutos la vaina se reduzca a cinco o seis muy concretos.
Metraje de una hora y media, que milagrosamente no voy a tocar, y nota final de un seis, ya que me ha gustado, pero no nos vamos a poner a tirar cohetes. La tenéis en Netflix desde hace un par de semanas. Echadle un vistazo, y me decís.
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