“Manifiesto
Comunista” fue escrito en 1848 por Karl Marx y Friedrich Engels en una etapa
convulsa, en la que los movimientos obreros intentaban buscar su lugar en un
siglo dominado por un capitalismo incipiente, y una burguesía emprendedora casi
imparable.
En
un principio, el Manifiesto pasó casi desapercibido, y la llamada “Liga de los
Justos” no tuvo mucho repercusión, pero prácticamente veinte años después, con
la llegada de la Primera Internacional, las ideas socioeconómicas de Marx y
Engels ocuparon su espacio, poco a poco, y sus ideas fueron calando entre
obreros y campesinos, de manera paralela al anarquismo que defendía Bakunin.
En
este cómic, “Manifiesto Comunista” (Penguin Random House, 2018) de Martin
Rowson (adaptación y dibujo), nos encontramos con un extenso prólogo del autor
que explica su fascinación por el Manifiesto. En cuanto al dibujo (negro,
blanco y rojo como únicos colores) que llama la atención por su surrealismo, su
estilo (en ocasiones) steampunk y su horror vacui, es lo que más me ha llamado
la atención. En la narrativa: Marx y Engels, desde su particular teatro, donde
la burguesía es espectadora, desgranan la realidad de su época, analizándola
desde su punto de vista, y aproximando a los obreros a una nueva realidad que
les presentan, para superar los oprobios que sufren en su día a día…
Entre
lo mejor: El dibujo. Lo peor: Su excesivo resumen. El título original es muy
denso, pero el cómic resume demasiado en sus máximas.
Recomendable
si te interesa el tema o eres profesor de Historia (como es mi caso).
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