Buscando cómics históricos para leer, he llegado de casualidad, de pura chiripa, a “Los caminos del Señor. 1066 Hastings/1119 Miles Christi” (Yermo, 2018), de Fabrice David/Grégory Lassablière (como guionistas), Jaime Calderón (dibujo) y Romain Lubière (color). El cómic es un integral, y tiene un segundo volumen que prometo leer en breve.
En este, nos encontramos con un hecho histórico conocido. Europa está cambiando, Europa anda convulsa tras superar la fecha mítica del año mil. Estamos en 1066. El duque, Guillermo de Normandía, prepara un gran ejército con el que reclamar la corona de Inglaterra, en poder de Harold (tras la muerte de Eduardo “El Confesor” sin descendencia), y para ello, tiene la alianza de Harold III de Noruega, Harold Hadrada “El despiadado”, que ha llegado con sus tropas a las costas inglesas, cerca de Escocia, y se dirige al sur. Harold Hadrada, conocido como el último vikingo, tiene un pergamino en su poder, que podría cambiar la historia de la cristiandad, y la de la humanidad. Un mapa realizado por vikingos, sobre unas tierras inhóspitas.
Cien años después, en 1119, una nueva orden de caballería surge para defender los lugares santos en Tierra Santa, y los caminos que conducen a dichos lugares, de ataques musulmanes. Los caballeros cristianos de la Orden del Temple, soldados de Cristo, deben escoltar tan valioso pergamino hasta Jerusalén, pero sufren una emboscada, y el pergamino se pierde. Los caballeros, deberán hacer todo posible para recuperarlo, incluso recurrir a la ayuda de una extraña secta, guiada por un viejo que vive en una montaña…
Los cómics utilizan dos hechos históricos destacables, como la batalla de Hastings, y la creación de la Orden del Temple, para contar una historia paralela, la del pergamino, que al final se convierte un tanto en secundaria, porque lo importante de este volumen es el dibujo, magnífico, de Jaime Calderón, que recrea desembarcos y batallas de manera magistral, y la sociedad guerrera, feudal, que vemos en sus páginas. La ambición humana, está, desde luego, muy bien reflejada. Se mezclan personajes reales, con ficticios, y la narrativa no se estanca en ningún momento, sino que mantiene un ritmo constante, a veces, incluso, trepidante.
El cómic comienza con una breve explicación histórica, añadiendo un mapa, con rutas y fechas de tropas y batallas. En las páginas finales, de la primera y de la segunda historia, se añade más información sobre personajes y hechos, y al final del volumen hay una serie de bocetos de personajes, viñetas y páginas. Como os decía, existe un segundo volumen, no sé aún si es conclusivo, e intentaré leérmelo lo más pronto posible, ya que este cómic de “Los caminos del Señor”, me ha gustado mucho. Os lo recomiendo.
P.D: Es curioso. Algunos dibujos y personajes, me han recordado a "El Señor de los Anillos", Tanis Semielfo de "Dragonlance" y a escenas de “El nombre de la Rosa”.
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