“Eran las
tres menos cuarto en la clase de octavo de Santa Catalina. La hermana Mary
Celia, a quien le hacía daño el ojo de vidrio, estaba de un humor muy irritable…”
Hace varios años leí “Camino de
Los Ángeles” (1936) de John Fante, y me pareció una delicia. Arturo Bandini, el
Alter Ego de Fante, vivía en compañía de su madre y de su hermana Mona, dos
beatas de mucho cuidado, mientras él, entre trabajos de mierda, descubría el
placer de la lectura, la literatura y la filosofía.
A Fante llegué por Bukowsky. En
la Universidad. Era inevitable. Si Bukowsky era para mí el ejemplo a seguir en
mis escritos, descubrir a Fante ya fue la leche. Con “Llenos de vida”, “La
hermandad de la uva” o “Al oeste de Roma” por citaros algunos, me pasé los años
de carrera.
(La Gran Depresión, fotografía de Dorothea Lange)
“Espera a la primavera, Bandini”
(1938) es, supuestamente, aquella continuación de “Camino de Los Ángeles”, o
así lo tenía entendido yo. La gran tetralogía de Fante: “Camino de Los Ángeles”,
“Espera a la primavera, Bandini”, “Pregúntale al polvo” y “Sueños de Bunker
Hill” (estos dos últimos los tengo y atesoro en la estantería de “cosas por
leer”). Lo que me chocó es que en “Camino de Los Ángeles” Bandini tenía
dieciocho años, madre y hermana. Y en este “Espera a la primavera, Bandini”, el
chaval tiene trece, catorce años y dos hermanos más pequeños que él…
“Espera a la primavera, Bandini”
es otra de las genialidades de Fante (1909-83). Hijo de emigrantes italianos, Arturo
Bandini, malvive en Colorado. Su padre, Svevo Bandini, albañil, sufre los
avatares de la Gran Depresión. Arturo vive enamorado (desde hace algunos años) de
Rosa Pinelli, una compañera de clase, hija de italianos como él. La pobreza y
el hambre se tensan, la beatitud de su madre alcanza cotas impresionantes… Y en
estas aparece la suegra de Svevo y todo el mundo de Arturo Bandini sufre una
transformación con la marcha de su padre, y la aparición de una rica viuda…
Narrado con una sencillez
pasmosa, con un realismo que impresiona, “Espera a la primavera, Bandini” es
Fante en estado puro, un reflejo claro y veraz de aquellos duros años treinta y
de la América profunda… Francamente, lee a Fante, y te harás un gran favor.
(Emigrantes italianos camino de América)
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