La protagonista es la mujer, la presa, por ideales, por pensar, por estar, por simplemente, muchas veces, Ser. El telón de fondo, esa España en Blanco y Negro de los inicios de la Dictadura, el Miedo, el Odio, la Atrocidad y la Violencia. A través de esos once relatos hacemos una visita por algunas de aquellas cárceles que acogieron mujeres detenidas por el conflicto bélico. Presidios penosos, terribles, como los de Madrid, Barcelona, Yecla o Mallorca, donde el frío y el hambre, la vejación, la incomprensión y la desdicha, acampaban a sus anchas.
El dibujo de Fidel, que a mi me recuerda mucho a las planchas xilográficas de los expresionistas alemanes de "El Puente" (Nolde, Kirchner...) ayuda mucho a dar esa sensación, perturbadora, de continua asfixia, de encerramiento, de soledad, que transmite continuamente al lector, con un excelente uso del blanco y el negro, con líneas casi sísmicas, inquietantes la mayoría de las veces...
Es, desde luego, una obra para reflexionar, para no olvidar, cuyas historias no pueden dejar nunca indiferente al lector. Y como comentaba antes, ayuda mucho la carga visual, desde la primera página, que te hacen empatizar con estas mujeres (es difícil no hacerlo), y con sus terribles historias.
P.D. La foto de la portada es mía, las otras... Me las encontré en Google.
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