Como me he comprometido a ver las películas de la
franquicia Terrifier, después de la primera película, la del 2019, no os lo
vais a creer, pero vino otra de 2022, titulada “Terrifier 2”, que aprovechó el
éxito de la primera, y que he podido ver estos días.
“Terrifier 2” me ha gustado, ya lo adelanto, por su
rollo ochentero, que ya se palpaba en la primera película, y por comenzar,
precisamente, donde lo dejó la primera película, con nuestro Art the Clown
destripando a un forense random.
Al frente de esta película de terror/slasher, de
dos horas y veinte minutos de duración (recordad que la primera película duraba
una hora y veinte minutos), y que incluye una larga escena post-créditos (protagonizada
por un Chris Jericho en horas bajas, y superado en kilos), viene nuevamente
Damien Leone, que aquí tenía unos pocos miles de euros más, y que firmó, no
solo la dirección, sino el guion, el montaje y los cafés con 250.000 dólares de
presupuesto que lograron con una campaña de crowfunding. Pensaron sacar 50 mil,
y sacaron 5 veces más. Era 2020, y el Covid paró el rodaje durante casi un año
y medio.
La jugada le salió bien a Damien Leone, otra vez, a
pesar del Covid, y consolidó la franquicia con 16 millones de dólares de
recaudación a nivel mundial, convirtiendo a Art the Clown en un nuevo icono de
culto en el mundillo de terror, y en esta ocasión, a diferencia de la primera
película, sin tetas de por medio.
¿Qué nos vamos a encontrar,
qué nos ofrece en esta ocasión, nuestro amigo Art en “Terrifier 2”?
Estamos en la morgue de
Miles County, donde lo habíamos dejado en el final de la primera parte, y
nuestro payaso asesino, se quita de encima sin mucha dificultad al forense.
Resucitado misteriosamente, parece ser que es inmortal, y en ese aspecto me ha
recordado a Freddy Kruger.
Es la noche de Halloween, y
se acerca a una lavandería publica para lavar su ropa. Un payaso asesino debe
estar presentable, y ahí hace aparición una entidad, en forma de niña,
disfrazada igual que él, que va a ser un personaje recurrente a lo largo de
toda la trama, pero de la que no vamos a saber nada más allá de su amor
incondicional por Art, y por el trabajo que este realiza.
Tras una serie de
asesinatos, el objetivo de Art se centra en los hermanos Shaw. Ella, Sienna, es
una friki de Dragones y Mazmorras, del dibujo y del diseño, y prepara un
disfraz de Ángel combativo realizado por ella misma, que fue diseñado por su
padre poco antes de que este se quitara de en medio. El nene, Jonathan, es un
admirador de Art, y quiere disfrazarse de él, algo a lo que se niegan en
redondo Sienna y la madre de ambos.
Pronto, tras algunos
asesinatos, Art acaba en la casa de los Shaw, donde fácilmente se deshace de la
madre, iniciando una lucha épica contra los hermanos, que tampoco parecen
rivales para él, y, de hecho, llega a acabar con Sienna, al cual consigue una
vida extra mágicamente, y ataviada como Xena, La Princesa Guerrera, tiene una
lucha final contra Art, al cual llega a decapitar con un gladius romano que
porta como espada de su disfraz.
Antes de que aparezcan los
títulos de créditos, y mientras se aproxima la escena post-créditos, las dudas
y preguntas te asaltan: ¿Quién carajo es la entidad payasal infantil que
acompaña a Art?, ¿Por qué resucita Sienna, por qué es tan idiota su hermano,
sus amigos…?
¿Es Art the Clown una
entidad inmortal, imposible de eliminar? Y, por último, tras ver la escena
post-créditos: ¿Por qué Vicky, la chica desfigurada de la primera parte, pare
la cabeza viviente de Art?
En definitiva: “Terrifier
2” se presenta como una entretenida continuación de la primera película, con el
triple de gore muy bien rodados en planos fijos en la mayoría de las ocasiones,
para que no te pierdas detalles. A mí me ha encantado, porque me ha dado una
sensación muy ochentera, con muy poco ordenador y mucho trabajo artesanal de
maquillaje detrás de cada una de las escenas.
Tiene un metraje exagerado,
al que yo quitaría 20 minutos, ya que hay escenas en las que literalmente no
pasa nada, concretamente, todo el rollo sueños, sobra. Correcta en cuanto a
interpretaciones, aunque yo le hubiera dado más juego al personaje de rol de Sienna,
y supongo que pensaron en “Terrifier 2” como una película de transición a algo
más. Dato que podré confirmar, o no, cuando vea la tercera entrega. De nota le
voy a dar un 5,5. No es recomendable para estómagos delicados, pero a mí me ha
gustado.











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