“Alonso de Ojeda. Tierra Firme” es el sexagésimo-octavo número de la colección “Historia de España en viñetas” de la Editorial Cascaborra, que viene de la mano de Manolo López Poy y Pepe Rey en cuanto al guion, y Moisés Tolosa a los lápices y al color.
De algunos cómics de Manolo López Poy ya hemos hablado en el pasado por el blog, y por el canal de Youtube, concretamente dos publicados igualmente por Cascaborra, en los que hace dúo con el gran dibujante Kepa de Orbe, como son “Valle Inclán. Los años del esperpento”, publicado en 2021, y este mismo 2024, “El Vaquilla”. Pero, de Pepe Rey y Moisés Tolosa no tengo referencias anteriores hasta este “Alonso de Ojeda”, que espero que sea el principio, la primera piedra de más cómics que estén por venir.
¿Qué nos vamos a encontrar en “Alonso de Ojeda. Tierra Firme”? Pues nuevamente, afortunadamente, otro cómic histórico que rescata del olvido a uno de aquellos personajes que galoparon entre el último tercio del S.XV, y el primer cuarto del S. XVI, y que fueron testigos de algunos de los grandes acontecimientos de la Historia de España, como la conquista de Granada o el descubrimiento y posterior conquista del continente americano.
El cómic, ya de entrada, nos ofrece una breve, pero interesante biografía del personaje, por parte de Manuel López Poy y Pepe Rey, bajo el acertado título “Un aventurero con más valor que fortuna”, que nos revela la vida de un tipo que se codeó con lo más granado del momento (Reyes Católicos incluidos), pero que, efectivamente, no tuvo mucha fortuna, más allá, quizás, que la de morir en paz con sus recuerdos y pensamientos, y no de un flechazo en el cuello en cualquier playa del Caribe, y con una mujer, la antigua princesa indígena Guarincha, bautizada como Isabel, que le dio tres hijos y falleció sobre la tumba de su marido unos días después de la defunción y enterramiento de Ojeda.
En la narrativa, un anciano y aquejado Alonso de Ojeda recuerda su vida, en compañía de su mujer, retirado en el monasterio franciscano de Santo Domingo. Hace tiempo que sus días de lucha, exploración y conquista han pasado, pero le siguen atormentando recuerdos, hechos del pasado, como la perdida de amigos y compañeros como Juan de la Cosa, en parte por culpa suya, y las disputas que tuvo con los hermanos Colón, con los cuales participó a partir del segundo viaje que realizara Colón.
Alonso de Ojeda nació en Torrejoncillo del Rey, en la provincia de Cuenca, participó activamente en la toma de Granada, y gracias a su mentor, el Obispo de Burgos, y a la par, Presidente de la Junta de Indias, Don Juan Rodríguez de Fonseca, embarca como os decía antes con los Colón, con los que pronto se enemista, siendo uno de los testigos del trágico fin de los españoles de Fuerte Navidad.
Tras aquello, las batallas comienzan a sucederse: En el Fuerte de Santo Tomás, en la batalla de Jáquimo (donde fue tomado por un auténtico centauro), en la Isla de la Española, donde capturará al líder indígena local, Caonabo, con un sutil engaño que llegará incluso a los oídos de los Reyes Católicos, y explorando gran parte de lo que actualmente es la costa de Colombia y Venezuela, junto a Américo Vespucio, que no llegó ni a nombrarle en sus escritos…
Preso, Gobernador, Capturado por el pirata Bernardino de Talavera, fundador de fuertes, naufrago… Las aventuras, desventuras y desdichas no faltaron en su vida, aunque si las riquezas que nunca llegaron y que lo llevaron a la pobreza. Aun así, su vida fue de película en muchos aspectos, y el cómic recoge todos estos hechos espléndidamente en 70 páginas, con un extra final incluido.
¿Merece la pena? Ciertamente si. Primero por el carácter didáctico que tiene el cómic, que a mi me ha servido para, como suele ser habitual en mi después de estas lecturas tan interesantes, ponerme a buscar información extra sobre la vida de Alonso de Ojeda, que me ha llevado a su vez a leer sobre Juan de la Cosa, Américo Vespucio, los hermanos Colón, Diego de Nicuesa… Y segundo, porque viene a tapar uno de los muchísimos huecos que tenemos en la Historia de España, que, gracias a cómics como este, logran recuperarse del olvido en el que no deberían estar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario