En 1989, fecha en la que se basa la película estadounidense de 2024, “Lisa Frankenstein”, Alaska y Dinarama lo petaron con una canción de su cuarto álbum, titulada “Mi novio es un zombi”. Yo recuerdo siempre esa canción con Alaska acompañada de un tipo disfrazado de “Freddy Kruger, que no era la idea precisamente de lo que creía un zombi.
Los Ochenta fue una década llena de terror clásico, quizás la última, porque los noventa ya se dedicaron a otros temas… Pero tenías cómics de terror clásico que venían publicándose desde los setenta o incluso alguno antes, películas de resucitar muertos, de monstruos directamente, Michael Jackson bailando con zombies, “The Cure” y sus telarañas…
“Lisa Frankenstein” ha sabido rescatar muy bien aquel ambiente de mods, góticos, laca y vestidos negros, y por supuesto, el interés por los zombies…
Dirigida por Zelda Williams, hija del mítico y tristemente desaparecido Robin Williams, “Lisa Frankenstein” viene con guion de la bloguera y guionista “Diablo Cody”, que en 2008 ya ganó un Óscar por la película “Juno”, al Mejor Guion Original, por lo que de entrada puede parecerte lo suficiente para decir que la película vendrá con tablas.
Pero, tal vez sea por la inexperiencia en dirección de Zelda, a la que aun le falta por pillar algunos trenes, que espero no sean extremeños o la chica nunca llegará, o porque directamente el guion ha fallado más que la escopeta de una feria… “Lisa Frankenstein” nos promete un romance fantástico, con toques de comedia, Terror, quizás Ciencia Ficción… Y se queda por el camino, aunque en algunos de sus aspectos, todo hay que decirlo, logra destacar.
En la narrativa: Lisa es una chica a la que un tipo se quitó de encima a su madre en un asalto a su casa, hecho que parece que podría añadir algo de misterio o una subtrama, pero que queda como algo casi anecdótico en la película. El padre se volvió a casar con una enfermera más tiesa que un palo, que no traga a Lisa, y que a la vez tiene una hija que parece llevarse bien con Lisa, a pesar de ser cuerdas completamente diferentes en casi todo.
Lisa no sabe maquillarse, no sabe peinarse, pasa desapercibida para los chicos y le gusta visitar una tumba victoriana del S.XIX, donde hay enterrado un apuesto joven, o eso parece por el busto que lo representa, y fantasea con sus poemas y sus historias.
Una noche de tormenta, y tras desear estar con aquel joven, este resucita aunque con algunas partes menos: Oreja, mano, entrepierna, cuerdas vocales… Y Lisa iniciará una serie de cirugías a todo lo que se mueve a su alrededor, con ayuda también de “La Criatura”, para conseguir las partes que le faltan a su resucitado pretendiente…
En definitiva: La película hace muchas referencias a la época, que me han gustado mucho, al cine de terror y al mudo a través de los posters que Lisa cuelga en su habitación, a las camisetas, y guiños al cine de Tim Burton. He echado de menos algo de las tribus urbanas de la época, más allá de las referencias góticas. Los créditos iniciales te cuentan la historia del chico victoriano, muy a lo Edgar Allan Poe, por lo que deberás estar muy atento, porque será la única referencia a su vida que se hace a lo largo de la película. “Lisa Frankenstein” tiene algo que engancha, pero tras su hora y media de metraje y un final que no me ha gustado, he llegado a la conclusión de que se pierde por el camino, en su desarrollo, y que, finalmente, no me ha llegado a convencer del todo… Quizás porque acepto que un rayo resucite a un zombi, pero no que este conduzca un Mercedes, no sé.
De nota le doy un 4,5. Es un querer y no poder, no llegar, y es una lástima, porque estoy convencido de que esta película la hubiera alquilado en el 89, pero a pesar de todo lo bueno que le he visto, no me convenció al 100%.
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