Con
“Kate” (Netflix, 2021) estamos ante una película topicazo de mucho cuidado. De
esas que has visto mil veces, de distintas maneras y puntos de vista, pero que
no te resultará original, y predecible en todos sus arcos argumentales. ¿Spoilers? Todos y más.
Kate
es una asesina a sueldo. Una francotiradora del copón que, criada desde pequeña
en el noble arte de cargarse a todo el mundo, ha sido entrenada en técnicas de
combate, lucha, karate, lucha libre, y tercer grado de Bellas Artes.
El
caso es que estando en Osaka, una operación con una cría por medio, se tuerce
un poco y ello le llevará a ser envenenada con Polonio 204, que te mata en un
día. A pesar de que Kate debería estar hecha una ñorda, se toma una poción
mágica que le llama “Venganza” y llena de energía, le declara la guerra al clan
yakuza que la quiere muerta. Así, va superando fases, enfrentándose al “Boss”
de turno, consiguiendo incluso una aliada por el camino, hasta llegar al “Final
Boss”, que lejos de ser una sorpresa, llevas una hora y media imaginando quién
es…
La
narrativa, no te cuenta nada nuevo, fresco u original. Y está llena de tópicos japoneses,
desde el manga-anime hasta los yakuzas, ¿De verdad que en Japón el 100% del
personal habla inglés perfectamente y sin acento?. ¿Lo mejor? La música y las
escenas de acción. ¿Le sobra metraje? Claro que sí, una media hora larga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario