“La
vergüenza” (2009) es la ópera prima de David Planell. Esta película no la conocía hasta hace unos
días. Buscaba información sobre “La vergüenza” de Ingmar Bergman y me encontré
con este título. Leí la sinopsis, me interesó (me interesa todo lo que huela
Cine Social, y en España se hace o se estila menos de lo que debería…), y aquí
estoy escribiendo unas líneas después de haberla visualizado.
Pepe
(Alberto San Juan) y Lucía (Natalia Mateo) son una pareja feliz. Viven bien,
tienen una buena casa y no se les ve con problemas monetarios. Hace casi un año
han tomado una decisión: Adoptar a Manu. El chaval es un chico peruano (de ocho
años) que viene con un buen puñado de problemas: Falta de cariño, movimientos
repetitivos, hiperactivo Nivel 10, incomprensión, cierta falta de empatía… De
todo un poco.
El
caso es que no se hacen con él, con la situación, con la manera de ser del
chico, y eso empieza a pasar factura a la pareja. Pepe no lleva bien que saque
a sus peces de la pecera, que le tire sus lentillas al W.C, que tire las llaves
por las ventanas, que le eche pegamento a las cerraduras o que se cargue sus
juguetes (me siento identificado, yo también tengo el Síndrome de Peter Pan), y
ante lo que se le plantea, llegan a la decisión de no acabar de firmar los
trámites de adopción legal. Bueno, Pepe, que acaba de aclararse.
La
cinta también tiene una subtrama con Rosa, la asistenta social (peruana también)
de la que Pepe no se fía: Cree que le ha robado algunos juguetes, que le cambia
la sal por el azúcar (como tener trasgos en casa) y cuestiona su manera de
trabajar… Rosa resultará ser una sorpresa relacionada con todo el problema.
Es
una película muy interesante. Actual, y que plantea algo que no suele salir en
los Medios de Comunicación: Los fracasos en las adopciones de niños. Guion
interesante, diálogos naturales, el papel de Rosa impresionante (a mi parecer),
miedos y dudas, verdades y mentiras… Un día sin agua, puede ser un mal día. La
recomiendo.
P.D:
La primera escena me llamó mucho la atención. No sé si Planell lo hizo o no
adrede, pero “La vergüenza” de Bergman comienza con la pareja en la cama, ella
se despierta, y se levanta, Liv Ullmann se acerca se lava con los pechos
desnudos… Aquí la escena es parecida, ciertamente parecida, pero Natalia Mateo
no nos enseña los pechos (y ni falta que hace, no vendría a cuento…) Las dos
películas no tienen nada que ver, lo sabemos, pero es una curiosidad.
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