Chester
Brown es un autor clásico en el mundo del cómic. Canadiense y autodidacta, el
tipo comenzó a realizar un cómic de autoedición (Yummy fur) a principios de los
ochenta que tuvo bastante éxito, y que le ayudó a catapultarse dentro de este
difícil mundillo.
El cómic suyo que me he leído esta semana es
“El Playboy”, es un cómic antiguo, autobiográfico, del año noventa y dos nada
menos, pero que hasta 2008 no fue editado en español por Ponent Mon.
En sencillas viñetas, Chester nos cuenta los
comederos de tarro que tenía de joven, al comprarse el Playboy. Su curiosidad,
sus preocupaciones por ser descubierto con la revista, el sexo (la falta más
bien de sexo y la masturbación)… Todo es narrado por la conciencia de Chester
en forma de diablillo. Es una de esas curiosidades que, de vez en cuando caen
en mis manos. Dibujado en blanco y negro. Directo. Sencillo. Chester Brown.
P.D: Actualmente este hombre, ya sesentón, compagina el cómic con la política. Está metido en el Partido Libertario… Vamos, como mi Micho I de Gato.
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