Basada
en hechos reales, “Indestructibles” (Rusia, 2018) nos lleva hasta el verano de 1942
a bordo de un KV-1 (un tanque que me suelo coger muchísimo en el “World of
Tanks” cuando me echo unas partidas). La tripulación, en solitario, y al mando
del Comandante Konowalow, que venía de perder a toda su tripulación anterior
(por un error de principiante) se llegó a cargar más de una docena de tanques
enemigos (concretamente 16), dos vehículos blindados, y prácticamente todo lo
que se movía por la zona de Rostov, que es donde se desarrollan los hechos.
Estamos
ante una película bélica rusa, otra más, entretenida, aunque hay ciertas
meteduras de pata como la aparición de T-34/85, que apareció justo un año
después a los hechos narrados en la cinta, o que no me cuadren los uniformes
alemanes ni los distintivos de los Panzers IV que aparecen…
Aun
así, si no nos ponemos sibaritas, tenemos una película bélica entretenida, con
algunos puntos que no te imaginas en los años 40 y menos en la URSS (gente que
se santigua, bromas que no creo que los mandos consintieran, y la presencia de
una mujer en una tripulación mixta de la que no he encontrado referencias), y
en la que el parloteo está de más, pero que tiene unas buenas escenas de acción
(dentro de lo que cabe, sin llegar a ser espectaculares) y mucho patriotismo
ruso (que hasta un comandante de carro alemán alaba).
P.D: Si le quitas media hora te queda un pequeño documental. Es muy curioso, pero los créditos están en alemán.
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