Al
contrario del primer número de “Arte”
(Yermo, 2020), este segundo número de la mangaka Kei Ohkubo (Yermo, 2021) se me
ha hecho más insulso, y un tanto cuesta arriba.
Tras
la frescura del primer tomo, donde una chica de la nobleza, venida a menos, “Arte”,
se metía a aprendiz de pintora de un tal Leo en la Florencia del S.XVI, en este
la narración gira en torno a una dama de compañía, Verónica, con la que Arte
tiene cierta amistad y que se ha convertido en su mecenas, creyendo que ella
puede llegar lejos siempre y cuando no se enamore a lo largo de su vida.
Aparte
de ello, querrá meterse a aprender algo de escultura en el taller de un tal
Danilo mientras mantiene amistad con un grupo de mujeres, costureras, que ha
conocido y que, analfabetas, necesitan de los conocimientos de Arte.
La
historia es bastante sosa en sí, y no ha despertado en mí el interés del primer
tomo, salvo si acaso, en las últimas páginas donde se narra alguna curiosidad
relacionada con las medicinas del Renacimiento. Espero que el siguiente volumen
retome sea algo más movidito e interesante.
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