Litus se monta en una
furgoneta y se suicida chocándose contra un muro a toda hostia. Después, varios
meses después, sus amigos, su exnovia y su hermano (que está ahora con la ex de
su hermano Litus, el fallecido), quedan para reencontrarse.
A raíz de ese reencuentro sale
de todo, en el microuniverso claustrofóbico de la casa (que es una pasada de
casa, por cierto), donde la gente reflexiona sobre el enganche que tienen
algunos a Instagram, la música, anécdotas de sus vidas y la de Litus, la vida de
los demás y amores de cada uno, los errores y roces que tienen unos con otros…
Salen a flote, todo tipo de mentiras y verdades, y cada uno reacciona de una
manera ante ellas…
“Litus” (2019) no está mal, le
sobran treinta minutos, pero no está mal. Tiene partes interesantes, aunque creo
que este guión funciona mejor como obra de teatro. A ratos me ha recordado a
otras películas del mismo estilo, “Home movies” las llamo yo. Y el final está
bastante bien.
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