Con
“Infiltrado” (2016) me ha pasado una cosa un tanto especial. Y es que, como uno
ya ha visto tantas películas del género, pues otra más llega a ser… No
aburrida, pero si demasiado predecible.
De
verdad, no es presumir, no me lo toméis a pedantería, pero “Infiltrado” aporta
poco al género de Narcos, traficantes, policías infiltrados, corruptos, te pego
un tiro o dos, etc. Me da hasta pereza intentar recordar títulos, pero todos
sabemos unas pocas cintas de esta temática, ¿A qué sí? La presencia de Bryan
Cranston, y varios pasos más atrás, la de John Leguizamo, la hacen atrayente y
entretenida. Cranston, por variar, es lo más destacable, se sale. Pero claro,
tiene tablas después de “Breaking Bad”, y espero que no le dé por encasillarse
en estos papeles, porque un actorazo como él puede, y debe demostrar más su
versatilidad.
Pero,
¿De qué va “Infiltrado”? Pues nada más y nada menos de una gran operación encubierta, un
gran montaje, en el cual Bob Mazur-Robert Musella (Bryan Cranston) se infiltra
en un grupo de narcos colombianos, como el que no quiere la cosa, junto a una
fingida futura esposa, y un policía que está como una cabra, Emir Abreu (John
Leguizamo), que tiene unos métodos un tanto peculiares y se mueve más que un
pokemon.
Basada
en un hecho real, al parecer en los ochenta (y en un libro sobre el caso), el
vestuario que se gasta el personal me recuerda a la línea de las películas de “Ocean”,
donde estas más pendiente del pase de modelitos y trajes, que casi de la
acción. Los hay que se cambian de ropa tres veces al día. La música, como no,
es la leche en bote. Fantástica, no esperaba menos. Los gánsteres y narcos es
lo que vienen escuchando… No, en serio, está genial. Los personajes son
prototípicos, pero, en definitiva, entretenida. La dejo a vuestra elección y ya
me comentáis, como siempre ;-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario