(Aquí "usus" traigo un regalo bien bonito)
“El regalo”, típica
película de esas que estuvo muy de moda hace unos años, en las cuales, una
pareja feliz y bien asentada, sufre un buen día la irrupción en sus vidas de un
extraño, antiguo conocido del instituto del chico-marido, que es todo un hombre
de éxito. En un principio este extraño va de buen rollo con ellos. Ji ji ji, ja
ja ja, que guapa es tu mujer, que bien te lo has montado todos estos años desde
el instituto truhan, ¿Y para cuando los nenes macho?, y todas esas cosas que se
dicen en torno a una mesa, con vinos mediante, en una casa con jardín de las
que firmaría Le Corbusier o Mies Van der Rohe, modernista con su jardín y su
perro de atrezo.
(Míralos, tan felices, "usus" vais a enterar...)
Pero claro, el extraño empieza a cambiar, a
ser más pesado que una vaca en brazos, a tener el mismo comportamiento que un
Terminator en un pasillo de veinte metros. Y aquí es cuando vienen los sustos,
muchos de ellos metidos con calzador. Vete de nuestras vidas. Te voy a matar.
¿Qué quieres de nosotros? No seas malo ni raro. Tú mujer no tiene salero
duchándose, etc. Lo normal, vamos.
(Entre la presbicia y el Ribera del Guadiana, no veo un carajo)
La película aun así, a pesar de que te crees
que es un topicazo más, guarda un par de sorpresas en el guion, y por eso
merece la pena verla. No es todo lo que reluce, y hay cosas que tienen un por
qué, como en casi todas las cosas de la vida…
Del uno al diez, yo le daría un 6. La
recomiendo porque el malo, que además es feo como él solo, le da un aire a mi
persona. Por fin, me parezco a un actor.
1 comentario:
Será la perilla jajaja.
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