Los que más o menos me seguís
por el blog, sabéis a estas alturas que el tema paranormal suele ser habitual
por estos lares. Tengo una pequeña biblioteca de poco más de una docena de
libros sobre fantasmas, espíritus, apariciones, casas encantadas y el tema ovni
(que es, esto último, lo que más me apasiona de la temática).
Por ello, cada vez que sale
algo relacionado con lo sobrenatural, sea película o serie, documental o
programa, procuro verlo (ni que decir tiene que estoy enganchado a “Cuarto
Milenio” desde hace años, pero no lo veo tanto como quisiera porque me levanto
y trabajo desde bien temprano los lunes, y el horario del programa me
perjudica. Si lo pusieran a las ocho de la tarde, más los anuncios, acabaría sobre
las once de la noche, y podría verlo… Por cierto).
Entre las novedades de esta semana de Netflix, me he encontrado con una docuserie que prometía: “28 días paranormales” (Netflix, 2022), que ha acabado siendo un tostonazo de muchísimo cuidado.
En el guion, tenemos al cuñado
o al yerno del desaparecido matrimonio Warren, que suelta un rollo sobre el
método de dicho matrimonio para contactar con el mundo del más allá. 28 días de
experiencia, que tres grupos en tres lugares encantados diferentes de los
Estados Unidos, deberán pasar para comprobar dicho método.
Típico, tópico, aburrido hasta
bostezar, los seis capítulos de los que consta la serie, que me recuerda mucho
a “Buscadores de Fantasmas” (otra serie mítica de la temática), va decayendo
por momentos por sus “interpretaciones” y la vergüenza ajena… No pierdas el
tiempo en esto, no merece la pena.
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