Yo tenía un amigo, hace mucho tiempo, en los Ochenta, que aseguraba que
el futuro de la música pasaba por los sintetizadores. Saber manejar un teclado,
te garantizaba un futuro musical, aseguraba tajante. Solo tienes que ver grupos
como “Azul y Negro” o “Maniobras Orquestales en la Oscuridad”, recalcaba con
firmeza, y ciertamente ufano.
“Yo era famoso” (Netflix, 2022), me ha recordado a aquel amigo que hace
cuarenta años me contaba este gran secreto, sobre el futuro de la música, a
través de los sintetizadores. Y es que su protagonista, Vince, un joven que
triunfó dentro de un grupo “boyband” de cinco miembros, se ve veinte años
después en la calle, con un teclado, intentando que le contraten en bares
(muchos de ellos de mala muerte) y buscando una segunda oportunidad en la vida,
que se le presenta un buen día en forma de chico autista (Stevie) que es un
talento para la percusión…
La película en realidad no es nada original, aunque a mí me ha
entretenido y no os voy a decir que le sobra metraje porque se me ha pasado
rápido. De hecho, ciertamente, es muy típica y tópica en su presentación,
narración, nudo y desenlace, pero creo que tiene un mensaje importante sobre la
vida, sobre estar arriba ayer y hoy completamente abajo, la familia, la amistad
y el saber salir adelante por encima de todo, si quieres que tus sueños se
cumplan o sobrevivan.
Echadle un vistazo, y ya me decís que os ha parecido (estoy por ponerla
en algún curso de la ESO).
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