Tarde de película, y he
elegido “A descubierto” (Netflix, 2021) atraído por el cartel. Pronto, me he dado
cuenta que se trata de una de esas películas que olvidaré en un par de días,
como mucho, ya que tiene una mezcla de historias en su narrativa, que la hacen
un mero producto de entretenimiento, donde el protagonista no te aporta nada, y
solo el “malo” parece ser interesante, o aportar algo a la trama.
En la sinopsis, nos
encontramos con una Ucrania sumida en la Guerra Civil: Unos están a favor de la
Independenchia y otros miran para
Rusia, en resumidas cuentas. Los Estados Unidos, verdaderos fabricantes de la
paz mundial, se han desplazado allí para llevar amor a los contendientes, y de
paso se llevan lo mejor de lo mejor de su tecnología, que incluye drones,
robots militares y un ciborg negro de última generación.
Al prota, que viene de que
lo degraden de puesto, tras salvar la vida a 38 soldados (que el mando quería
cargarse, porque al fin y al cabo, en la pantalla se ven como muñequitos), le
encargan ponerse a disposición de un capitán, que resulta que es un ciborg de
inteligencia, cuya misión es localizar los códigos de activación del arsenal
nuclear ucraniano, antes de que lo haga algún desquiciado.
Tiros, giros argumentales
que te ves venir, robots, y una Ucrania que no se cree nadie, completan esta
película de pasar el rato, pensar poco y olvidar rápido, como os digo. Tiene
una extraña mezcla de muchísimas películas, incluyendo “Yo Robot” o “Terminator”,
por citar algunas, pero me entra mucha pereza analizarla exhaustivamente, ya
que aún bostezo al recordarla. La dejo a vuestra elección.
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