Eran
las cinco de la tarde cuando la divina Atenea, de glaucos ojos, se presentó en
el Patio-Lavadero a tomar café con pastas del Lidl, previa invitación nuestra.
Se presentó armada hasta los dientes, de
vuelta de Ucrania donde había ido a dar una vuelta, a repartir hostias y sabiduría
a partes iguales, con su casco dórico, su peplo jónico, un kalashnikov y dos
granadas de mano. Le acompañaba la Niké de siempre, que revoloteaba por encima
de los geranios, y una asfixiada (por el sol extremeño de abril) lechuza que
buscaba desesperadamente la sombra.
Micho I de Gato se desperezó de la
siesta justo en el momento en que nuestra deidad invitada tomaba asiento. Pidió
Pastas &Té verde. En la televisión emitían un episodio repetido de la
versión americana de “Pesadilla en la Cocina”, y Micho I de Gato, entre
lengüetazos al descafeinado de sobre, explicaba su opinión sobre la teoría de
Olduvai, los relatos de Carver y el Jazz de la década de los cincuenta y
sesenta. Los grifos volaban por un cielo limpio, alguno de ellos con un borrego
entre sus garras, y la tarde se hizo amena, tranquila, y fructífera.
5 comentarios:
como por obra de magia..te encontré............me aöegra saber que estas bien vivito
ten un abrazo desde alemania de Hilda Breer
Hola Hilda!!, claro que si, por aquí seguimos Micho y yo, por el Patio-Lavadero, nos alegra verte ;-) Muchos maullidos!!
Duncan cuánto tiempo sin venir por aquí y te juro que no es por cumplir- me ha encantado ese "Pastas & Té verde". Espero que estés , que estéis bien, un abrazo, firmin
Hola Firmin!!, Muchas Gracias!!, ando muy ocupado con un trabajo veraniego al que no podía decir que No. La actualidad no está para rechazar oportunidades, pero estamos bien. Gracias!, un maullido!!
Me quedo tranquila Duncan, otro maullido!
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