Basada en el manga de Haro
Aso, “Alice in Borderland” fue primero un manga japonés (desde 2010 hasta 2016,
recogidos en 18 tomos), para pasar a ser posteriormente un anime con algunas ovas
en forma de spin-offs de la serie original, para llegar en 2020 en forma de
serie de ocho capítulos a serie live-action de Netflix…
A pesar de que conozco “Alice
in Borderland” desde hace años, no ha sido hasta ahora que he dado el paso de
tragarme la Primera Temporada. El bombardeo mediático de su Segunda Temporada
ha tenido mucho que ver, todo hay que decirlo.
En la narrativa tenemos a tres
amigos que acaban en una realidad alternativa, en un Tokyo deshabitado donde
hay que ir superando pruebas o juegos mortales, de distintas categorías y
niveles, para sobrevivir.
Hay varios cientos de
jugadores, y el protagonista acaba en una zona llamada “La Playa”, aparente paraíso
que acaba convertido en un infierno.
La serie tiene tintes de “Battle
Royale” (Japón, 2000), y de la mítica película canadiense “Cube” (1997),
mezclado todo con la saga estadounidense “Saw” y todos los “Escape Room” que se
os pasen por la cabeza…
Por cada juego completado, se
va ganando una carta de la baraja de póker. Se supone que todo concluye cuando
se han realizado y concluido todos los juegos y conseguido las correspondientes
cartas.
Serie entretenida, aunque
comienza a decaer y perder fuerza a raíz de la aparición de “La Playa”, donde
se vuelve más lenta… Aún así me ha entretenido.
P.D: Los mangas están en español, quizás me anime a leer alguno en los próximos meses.
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