George
Takei es conocido por ser uno de los actores icónicos de la serie “Star Trek”,
aparte de su activismo en Estados Unidos a favor de los derechos de los
homosexuales.
Lo
que menos conocemos de él, es su infancia y adolescencia, que no fue
precisamente un camino de rosas, ya que Takei y su familia fueron unos de los
120.000 japoneses-estadounidenses, que el Gobierno de Roosevelt decidió
encerrar durante años en campos de concentraciones tras el ataque de Pearl
Harbor, sospechosos de colaborar con el enemigo japonés.
La
inmensa mayoría de ellos habían nacido en estados Unidos. No se sentían
japoneses, y no odiaban a los Estados Unidos, pero el Gobierno los criminalizó
quitándoles de paso todos sus derechos, en campos vigilados y rodeados de
alambradas, en condiciones penosas, infrahumanas.
Cada
vez que pensamos en campos de concentración, se nos viene a la memoria los de
los nazis (principalmente), pero Takei, en “Éramos el enemigo” (Planeta Cómic,
2021) nos conmueve contándonos de primera mano su vida, la de su familia, y
todas las penalidades que vivieron en
aquellos años duros.
Con
guion del propio Takei, Justin Eisinger y Steven Scott, y dibujo de Harmony
Becker, este es uno de esos cómics necesarios que hay que leerse si o si, para
entender no ya la vida de George Takei, sino la de aquellas personas inocentes
que pagaron el pato del ataque japonés a Pearl Harbor, por tener los ojos rasgados.
P.D.
El único “pero” que le pongo, es que la narrativa mete un par de saltos raros,
cambiando de personajes y situación, pero no es nada que te llegue a desubicar
mucho.
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