El dúo Yann-Hugault (guionista y dibujante) no es desconocido si te gustan los cómics con temática bélica y aérea, suyos son cómics tan buenos como “Angel Wings”, “Mezek” (guion de Yann, aunque el dibujo no es de Hugault), "El último vuelo", o “El Gran Duque”, por citar algunos.
Casi todos los cómics tienen
en común, aparte de los aviones magistralmente dibujados, que se desarrollan
bajo un conflicto bélico, y que suelen aparecer chicas exuberantes. Este tomo, “El
piloto del Edelweiss” (Edición Integral, Norma 2019) no se queda corto, y
cumple con esta norma no escrita del dúo. Recoge en un volumen de ciento
cincuenta páginas los tomos editados y publicados, originalmente por separados,
“Valentine”, “Sidonie” y “Walburga”.
En la narrativa, con una gran labor documental, nos encontramos en la Primera Guerra Mundial. Estamos en 1917 y un piloto alemán, que decora su aparato con una flor de edelweiss está haciendo estragos entre los aviadores franceses, sobre todo al escuadrón de “Las cigüeñas”, hasta que los hermanos Castillac, Henri y Alphonse, se cruzan con él, y los duelos ya comienzan a ser personales. La historia principal viene acompañada de una historia secundaria, en la que se mezcla el amor con las maldiciones gitanas, la cobardía y la traición, el juego de los gemelos que pueden cambiarse como tal cosa, pero aderezada como digo, con una gran labor documental, donde aparece como secundario el piloto japonés Kiyotake Shigeno (que luchó con los aviadores franceses) o el brasileño Joao Garzón.
Se trata de un integral ameno, como suele ser habitual con las historias creadas por Yann-Hugault, y que rematan con un extra de portadas en las páginas finales. Si conoces la obra de estos dos artistas, estoy seguro que te gustará, y en caso contrario, es un buen tomo para tomar contacto con la obra de ambos.
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