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viernes, 21 de marzo de 2025

Rebroken (2023)

 

         Al actor Kenny Yates, director de “Rebroken”, lo conocía por ser haber participado en la serie “Gatitos Explosivos” y poco más.

        En 2023 se pasó al otro lado de las cámaras para dirigir un thriller, una película de terror psicológico estadounidense, que, si no llega a ser por sus últimos diez minutos de metraje (dura una hora y veinticinco minutos), hubiera suspendido sin casi parpadear. Curiosamente, Yates, aparte de dirigir, no se resistió a hacer aquí un papel secundario. Seguramente, nunca se lo hubiera perdonado y así, de paso, nos ahorramos un actor de reparto.


        “Rebroken” es una película de bajo presupuesto, que parece rodada por un grupo de colegas en cinco semanas y media. Tengo que reconocer que he llegado a ella mientras buscaba cosas de la filmografía del veterano actor Tobin Bell, que lleva sus casi ochenta películas a las espaldas, casi todas ellas bastante irregulares y algunas directamente malas, lo que no le ha impedido aún así, ganar algunos premios a lo largo de su carrera, y que suele moverse por el género de terror, siendo la franquicia “Saw” uno de sus trabajos más reconocidos e icónicos…

        En cuanto al resto del elenco, como protagonista tenemos a Scott Hamm Duenas, un tipo que ha hecho seis películas en los últimos 25-26 años, y que aquí hace un papel más o menos digno, sin llegarse a estirar mucho, pero aceptable dentro de lo que cabe.


        La para mi desconocida Alison Haislip en el papel femenino, y Kipp Tribble para rematar el triángulo. Un actor y guionista, que también se suele mover por el terror, pero muy irregular en su carrera, con una docena de películas en sus casi treinta años de actor. De hecho, a él le debemos el guion de “Rebroken”, y la historia desarrollada al propio Scott Hamm… Por eso os decía esa sensación de que la película la habían hecho entre colegas, con 30 leuros y en cinco semanas y media.

        “Rebroken” bebe de muchas fuentes en su narrativa. Los créditos iniciales nos dan muchas pistas sobre lo que vamos a ver, en el que se rebobinan partes de la historia que se va a desarrollar a continuación, y aunque vaya por otro camino y esta sea más cutre, y peor realizada, a veces parece imitar en algunas trazas a la película “Memento”, que es un clasicazo del año 2000 que merece ser vista.


        En la narrativa de “Rebroken” nos encontramos con Will. Un padre destrozado por lo que parece el ahogamiento fortuito de su hija preadolescente en la bañera de casa. Va a terapia junto a otras personas que han perdido a seres queridos, pero Will parece no integrarse en el grupo, a pesar de los supuestos esfuerzos de la psicóloga, que le mira mal, le dedica frases frías y parece tener una relación con otro de los miembros del grupo de terapia, Bryan, que va de líder y que es policía.

        Will, siempre que sale de las sesiones, suele coincidir con Lydia, una chica afroamericana cuya hija ha desaparecido, y con el propio Bryan con el que siempre tiene algún roce. Después, como en un bucle, se va a su tienda de referencia y se compra y se hinca su botella diaria de alcohol puro y duro. La verdad es que no me queda claro en qué se supone que trabaja, ni de donde sacar el dinero, ni donde duerme, porque lo que llama casa tiene menos detalles que un Seat Panda, y por tener no tiene ni tele, ni ordenador, ni cuadros por las paredes y no se aleja mucho del frigorífico ni del microondas, donde hace la mayor parte de su vida, si se puede llamar vida a eso.


        La primera media hora de película es siempre lo mismo, y ya comienzas a bostezar y a pensar qué donde te has ido a meter con “Rebroken”.  

        Un día, Lydia le recomienda visitar a un tipo, Von, que vive en una tienda de campaña junto a un árbol. (Si, lo sé, tal cual) Ya que el tipo puede ayudarle en su duelo.


        El tipo, que es nuestro Tobin Bell, primero le manda hacer un dibujo en casa en un folio en blanco, nada de mandalas ni gilipolleces por el estilo, un dibujo de lo primero que se le venga a la cabeza, y desde ese mismo momento, unas letras imantadas de colores que tiene en el frigorífico comienzan a moverse, y empiezan a suceder cosas en la casa mientras a él le perturba una y otra vez la escena en la que ve a su hija ahogarse en la bañera, o eso es lo que él cree ver.

        Alucinado, vuelve a ver al gurú Von, que en su segunda visita le regala una caja de cartón que iba a tirar con unos vinilos de los Iron Maiden, Metallica, Helloween, Judas Priest, lo que viene a ser heavy clásico de hace cincuenta años, y unas casetes de gasolinera con chistes sobre gangosos de Arévalo y lo mejor de Los Chichos.


        Uno de los discos que pone en el tocadiscos le vuela la cabeza, porque es el propio Von diciendo siempre las mismas vainas recogidas de la Biblia, y la llegada de Bryan a su casa hace que comience a replantearse cosas…

¿Os acordáis cuando en “El Laberinto del Fauno” a la protagonista, o en “Abre los ojos”, la “Vanilla Sky” de Tom Cruise, le decían al protagonista que tenía que despertar? Pues de eso van los últimos minutos de nuestra “Rebroken”… De que no hubo ninguna niña muerta, y fue él el que se dio el porrazo padre contra la bañera y está vegetal perdido, como un geranio en un balcón, en un bucle mental continuo…


En definitiva: A pesar de su hora y veinticinco minutos, con diez o quince minutos menos de su primera mitad, te contaría lo mismo y saldríamos todos ganando. De nota le pongo su 5 raspado de rigor y espero vuestras opiniones al respecto. Lo dejo por aquí.

Dark Match (2024)

 

        “Dark Match” es una película canadiense de 2024, que mezcla varios elementos interesantes, que parte de una premisa con gancho como es la Lucha Libre de Tercera Regional, y que tiene a su favor tener entre sus filas algunas caras conocidas del género del terror, y de la Lucha Libre, que, a veces, van de la mano. Como director, que además es el guionista, el canadiense Lowell Dean, que se ha especializado en cine de terror de bajo-medio presupuesto.

        Aunque películas como “Dark Match” tienen su público, es cierto que si la ves, y ya has visto cientos de películas de terror como es mi caso, vas a adivinar perfectamente desde el principio como se va a desarrollar, y como va a acabar, salvo sorpresa de última hora, que ya te adelanto que no hay salvo la aparición de alguien especial… Aun que también sabes que aparecerá tarde o temprano, si no en la conclusión, pues en alguna escena post-créditos que no se da, que no hace falta.


        “Dark Match” no ha tenido una mala recepción, a pesar de ser del 2024, se ha estrenado durante este primer trimestre de 2025 y no ha salido mal parada por los aficionados, pura serie B para todos los fans del género.

        Como os decía anteriormente, la película mezcla varios elementos muy bien elegidos, aunque no del todo originales, que salvando y mucho, muchísimo, las distancias, te puede llegar a recordar a una especie de “Mortal Kombat”, pero en plan cutre ochentero.


        En “Dark Match” tenemos Lucha Libre, películas snuff, tenemos una protagonista femenina con premoniciones, tenemos sacrificios humanos y rituales cutres, América Profunda que abusa de los estupefacientes, tenemos una secta satánica liderada por el mismísimo Chris Jerico, que, si te interesa la Lucha Libre estadounidense, sabrás que estamos hablando de un clásico de hace casi 30 años, tenemos combates a muerte…

Pero también tenemos un abuso de primeros planos, planos cortos, planos laterales sin demasiado sentido, planos difuminados que parecen imitar a aquellas películas en VHS que se habían reproducido mil quinientas veces en una semana, muy psicodélica, muy acorde con la trama, pero en la que te puedes perder fácilmente ya que suele caer en planos oscuros, o coloridos al estilo de una vieja Kodak de hace 40 años.


En la narrativa, estamos en 1988. Una pequeña compañía estadounidense de Lucha Libre intenta sobrevivir en el mundillo. El gerente de la empresa, Rusty, que está medio arruinado, recibe una oferta de 50 mil dólares por ir a un lugar perdido en mitad de la nada, literalmente, para ofrecer una velada de Lucha Libre. Es una oferta que no pueden rechazar porque están al borde de la quiebra.

Entre los luchadores, tenemos a nuestra protagonista, Miss Behave, o Miss Perfecta, que es una luchadora negra que tiene una relación, que últimamente le levanta muchas dudas, con uno de sus compañeros, Joe Lean, que hace de rudo, de malo en el ring.


Una vez alquilada una furgoneta para todos, el equipo al completo se embarca en busca de esos 50 mil dólares. Cuando llegan, son recibidos por una Comunidad dirigida por un exluchador, El Profeta, que ha creado en mitad de aquella nada una comunidad, una secta, que mezcla la Lucha Libre con el culto satánico, y donde curiosamente, todos son blancos y están como una cabra en bicicleta.

En el recibimiento, los drogan, y al día siguiente, cuando comienzan los combates, que están dedicados a los elementos (Viento, Agua, Tierra, Fuego o Infierno…), algunos de ellos descubren que algunos luchadores están comprados por esta Secta, y que se van a desarrollar combates a muerte siendo el último de ellos contra el Final Boss, que es El Profeta.


La película no resalta por su novedad, y a pesar de tener un metraje de una hora y media, podría haber funcionado muchísimo mejor con unos quince o veinte minutos menos, y añadiendo algo más de humor, o al menos de sarcasmo, a una narrativa que te ves venir.

Los combates están muy bien logrados, escenificados, y por supuesto no faltan los hectolitros de sangre y su pizca de gore, pero tiene un potencial que no sabe explotar del todo, queda un tanto irregular en su desarrollo.

Entretiene, sí. Tiene acción, y buenas peleas, también.  pero pasará sin pena ni gloria por delante de tus retinas, y la olvidarás fácilmente.

 

El final, por cierto, queda muy abierto, porque una vez huidos los últimos miembros de nuestra compañía del siniestro lugar, donde dejan un reguero de muertos de todo tipo y circunstancias, se encuentran con un tipo de tres metros, verde y con cuernos haciendo autoestop a plena luz del día, que quiere tener su propio combate a muerte en mitad de la carretera, a plena luz del día, y al que nuestra protagonista no le va a decir que No.

En definitiva: Después de verla, y analizarla a mi manera, no le puedo dar más de un 5 raspado de nota. No puedo con estos enfoques de cámara, que intentan imitar tanto al VHS que acabas cansado de una fotografía tan colorida y oscura a la par, que para un ratito está bien, pero que te hace perder detalles, y que me sube las dioptrías de los ojos (con tres películas como esta seguidas, me quedo cegato perdido), algo que no hubiera ocurrido con otro tipo de realización. La dejo por aquí, a vuestra entera elección.

domingo, 16 de marzo de 2025

Sonic 3 (2024)

 


          A pesar de que las dos primeras películas de la franquicia de “Sonic” la vimos en el cine, esta tercera la dejamos pasar por el tema de que los más pequeños de la casa, ya no son tan pequeños… Aunque tengo que reconocer que esa era también la excusa, los más pequeños de la casa, para ir a ver las películas de un personaje que prácticamente se ha criado con nosotros, y que ya forma parte de nuestra cultura popular, “Sonic, El Erizo”, proveniente de los juegos de Sega, que ya son varias docenas en distintas plataformas, y que, tras su aparición, fueron incorporando nuevos personajes con cada entrega.

        Muñecos, camisetas, cómics (nosotros tenemos unos 50 cómics de grapa de Sonic en casa), y películas, que vienen a demostrar, que, de momento, la marca goza de buena salud. La película, estrenada estas Navidades pasadas en España, costó 120 millones de dólares y ha recaudado cerca de 500 millones en todas las taquillas del planeta, y que ahora tenemos en streaming, que es donde la he visto yo… 


Tal éxito y aceptación de esta tercera entrega se ha traducido en la promesa de una nueva entrega para la primavera de 2027, que ya estaría en producción al parecer según algunos medios y webs especializadas españolas, en la que nos queda la duda de si Jim Carrey continuará, o no, con la interpretación de un personaje, el Dr. Robotnik, que ha hecho tan suyo, que es inimaginable ponerle otra cara.

Te pones a analizar fríamente la película, y creo que el triunfo de esta, y de las dos anteriores, es que no se anda por las ramas. Apuestan en la sencillez en la narrativa, y 120 millones no es una apuesta baja, aunque la inmensa mayoría se los lleva los ordenadores y la Inteligencia Artificial… Una narrativa clara, fácil de entender, familiar, sin grandes comederos de tarro ni acrobacias aéreas ni artificios que no llevan a nada, y ganan la apuesta.


Una película en la que llevas a los chicos de la casa al cine y que sabes que van a disfrutar. Por los personajes, las carreras que se echan, el mensaje sencillo de lo que transmiten, y las muecas y actuaciones que se marca Jim Carrey, que en esta ocasión hace de dos personajes distintos y no tiene reparos de decírselo a la cámara.

Y encima con un malo, que es un personaje chulo y que tiene su redención final… ¿Para qué vas a pedir más? Eso sí, como en la Cuarta la pinchen, se acabó Sonic. Eso está más que claro.

¿Qué te vas a encontrar en la narrativa de esta nueva película? En esta ocasión, tenemos la presentación de un nuevo personaje, que es la versión erizo de Ikki de Fénix de “Los Caballeros del Zodiaco” o de Vegeta en “Dragon Ball”.


Shadow (cuya voz en la película original es la del mismísimo Keanu Reeves) es un erizo negro con mechas rojas, amargado de la vida, porque cuando llegó en un meteorito a la Tierra, se hizo amigo de una nena rubia, María, en el laboratorio donde lo tenían encerrado. La muerte de la nena lo va a amargar más si cabe, como cuando a algunos alumnos míos le quitan “Gran Hermano” o “La Isla de las Tentaciones” de la parrilla televisiva, que parece que se les ha acabado el mundo, y se une al viejuno Gerald Robotnik, abuelo de nuestro Robotnik, Ivo Robotnik, que, junto a su esbirro, lacayo, lerendo, el Agente Stone, tendrá que formar inicialmente una alianza con el Equipo Sonic para enfrentar la nueva amenaza…

Pronto, el propio Ivo forma parte con su abuelo, destacando escenas requetebuenas de Jim Carrey haciendo de los dos personajes. De hecho, se marca un baile entre rayos láser que vienen a demostrar que el actor sigue siendo muy bueno, aunque algunos aseguren que su vis cómica terminó hace 40 años… Yo creo que el tipo todavía tiene comedias por delante, habrá que confiar.


Así, el Agente Stone se ve fuera de la ecuación de los Robotnik. E Ivo se tendrá que enfrentar a su abuelo cuando descubra que sus intenciones son más malévolas, diabólicas y maléficas de lo que él esperaba, ya que pretende destruir todo el planeta, algo que Ivo no acepta.

Sonic, con ganas de venganza por el ataque sufrido por Tom por parte de Shadow, perderá la perola momentáneamente y usará la Esmeralda Maestra y las Esmeraldas del Caos de su interior para transformarse en Super Sonic, manteniendo una breve lucha contra Shadow en la Luna y el espacio.


Pero el propio Shadow acabará uniéndose al Equipo Sonic para salvar el Planeta del rayo de la Muerte de Gerald Robotnik. En la lucha Shadow caerá en combate, al igual que los dos Robotnik, abuelo y nieto.

No hay que perderse una escena post-créditos donde aparecerán los “Metal Sonic”, y Amy Rose con su inseparable martillo Piko Piko.

¿Nota? Un 6. Entretenida, buena animación para todos los públicos y toda la familia, y Jim Carrey, que brilla como él solo sabe hacerlo. El resto del elenco, cumple su papel, sin tirar cohetes, pero al menos no molestan ni chirrían demasiado. Lo dejo por aquí.

Estado Eléctrico (2025)

 

        Con un presupuesto de 320 millones de dólares, y un elenco de actores de primera línea, Netflix ha presentado “Estado Eléctrico”, una de las películas más esperadas del primer trimestre de 2025, ciencia ficción pura y dura, donde hay más IA y ordenata que tortugas de Florida en el Guadiana, y donde me cuesta creer que recuperen algo del dinero invertido en la misma, pero allá ellos…

        Basada en el libro de Simon Stålenhag, que tiene un tufillo a lo “Ready Player One”, lo primero que me ha llamado la atención ha sido, como he comentado, todos los actores que participan en ella, que no tienen, digamos, unos sueldos bajos, y son de los más cotizados hoy en día. Reunirlos a todos en una producción como esta, ha debido ser más de la mitad de lo invertido.


        En la dirección viene de la mano de Anthony y Joe Russo, que tienen mucha experiencia en la Ciencia Ficción, y a los que debemos gran parte de los éxitos marvelianos de los últimos años, y de los venideros, ya que están enfrascados en las próximas películas de la franquicia de “Los Vengadores”, dentro de su Fase 6, que se estrenarán en 2026 y 2027…

        Y que nos traerán al “Doctor Doom” en un primer lugar y a la “Secret Wars”, para rematar…


        Pero centrándonos en “Estado Eléctrico”, y retomando, por tercera vez, lo que os comentaba de los actores… Tenemos como protagonistas principales a: Millie Bobby Brown, que ha dejado atrás finalmente la etapa “Stranger Things” después de poco más de una década en el papel de Once, final de serie que aún tenemos pendiente de ver por estos lares. Pasó por España y nos habló de su relación con las cabras. Chris Pratt, también pasó por España, puso caras y se fue.

        Y después tenemos a nuestro rescatado Ke Huy Quan, al que todos recordamos por “Los Goonies”, el inolvidable Data con sus inventos ochenteros, y que ha retomado proyectos interesantes 40 años después, relacionados con la Ciencia Ficción y el mundo de la animación.


        El veterano Jason Alexander con un papel de 5 minutos, que entre otros trabajos destacados y comentados por aquí, tenemos la película de animación “Leo”, cuya segunda parte se estrena ya mismo, y hacía de profe de teatro en la serie “Sheldon”, spin off de “The Big Bang Theory”…

Y a otros actores que yo creo que no necesitan mayores presentaciones, como Woody Harrelson en el papel de Mr. Cacahuete, Capitán América Anthony Mackie haciendo del robot Herman y Giancarlo Esposito, entre otros tantos…


Pero centrándonos en la película, que llevo media hora hablando, y ni me he puesto con el desarrollo de “Estado Eléctrico” … En la narrativa estamos en una realidad alternativa donde los robots aparecieron en la época de Walt Disney y adquirieron cierta inteligencia que les hizo pedir derechos, y ante la negativa humana, montar una revolución que estuvieron a punto de ganar si no llega a ser por un tipo sin escrúpulos, Ethan Skate, que inventó unos droides manejados a distancia por los humanos, como extensiones de ellos mismos, que enganchan lo mismo que el fentanilo o que un móvil, y que usaron para vencer a los robots mientras estaban sentados tranquilamente a kilómetros de la batalla.

Previamente, tenemos a una pareja de hermanos, Michelle y su hermano pequeño Christopher, que es un cerebrito en matemáticas, que sufren un drama de mucho cuidado…


        A Michelle le cuentan que su hermano ha fallecido después de un accidente, y ella que es una menor que aparenta veintipocos años, va de casa en casa sin llegar a encontrar su sitio.

        Un día se le aparece un robot que era un personaje de una serie de dibujos animados que veía junto a su hermano antes de que cancelaran la serie, y con frases pregrabadas del personaje de la serie le cuenta que él es, en realidad, su hermano fallecido, y que un doctor con gafas sabe de su paradero. Así tal cual. Es como si una cafetera me convence de que es la reencarnación de mi bisabuelo, o algo parecido.


        Así, Michelle se embarca junto al robot en una búsqueda por la reserva robótica, que está en Nuevo México, para encontrar respuestas y de paso se unen a un tipo, Keats, que vende cosas por Wallapop que coge prestadas aquí y allí, como Nintendos o mercadeo de los Masters de los Universos, y a su robot Herman, para llegar hasta su hermano, y de paso provocar otra revuelta robótica…

        Si te pones a pensarlo fríamente, es un plan sin fisuras. Aunque es mejor esto, que una realidad alternativa donde las tostadoras sean pilotos de combate, yo qué sé…


        En definitiva: Película de una hora y cincuenta y cinco minutos de metraje, que no deja de ser mero entretenimiento, y que es fácilmente olvidable. A mi me ha recordado en algunas cosas a “Ready Player One”, visualmente es fantástica, y tiene un par de guiños buenos, pero narrativamente es bastante plana y después de un comienzo, más o menos interesante, va perdiendo fuelle y ya sabes quién va a caer en combate, como va a desarrollarse la vaina y te hueles el final una hora antes… Predecible como ella sola.

        ¿Nota? Un 5 por lo visual, por el elenco y por el dinero gastado. No tiene alma, y sospecho que en cines se hubiera metido el batacazo padre… En fin, lo dejo por aquí.