Después de ver la primera
temporada de “Future Man” (2017), estaba convencido de que la segunda
temporada debía de ser la leche. La frescura que demostraba esta serie, que se
reía bastante de las películas de viajes en el tiempo, hacía que me lanzara de
cabeza a por los siguientes trece
episodios.
Lo malo es que, en esta
segunda temporada (2019), a pesar de cambiar escenarios y narrativa, ha perdido
parte de esa locura inicial que engancha en la Primera. Si en aquella, se reían
bastante del Terminator de James Cameron, y del propio James Cameron, en esta
ocasión, el futuro distópico planteado gira en torno a un universo muy del tipo
“Mad Max”, donde la raza humana se divide entre los que se quieren ir a Marte y
comenzar una nueva vida (lo cual es mentira, ya que no disponen de la tecnología,
a pesar de que el personaje de Stu Camillo los tiene engañados, en una línea
muy “Westworld”), y lo que viven en cloacas con nombres y costumbres absurdas,
pero relativamente felices…
Ya no hay esos
divertidos saltos temporales, sino que el trío protagonista se basa en intentar
seguir cohesionados, a pesar de que establecen vínculos emocionales (y a veces,
sexuales) con personajes que no son de su época, por lo que la narrativa pierde
fuelle paulatinamente, llegando cada actor a hacer de diversos personajes, que,
llegado el momento, te llega a aburrir soberanamente.
El final, por supuesto
(con referencias a “Tron” y a la mítica película del Chuache del 87, “Perseguido”)
nos muestra cómo será la Tercera (y última) Temporada, a la que tendré que
enfrentarme, aunando ganas y fuerzas, pues esta recién vista “Future Man”, no
me dejó con demasiadas ganas…
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