Strange Darling (2024)

 

“Strange Darling”, película de 2024, es la típica película que gustará a Quentin Tarantino, o al Quentin Tarantino de hace treinta años, ya que lo copia bastante en algunos aspectos, y que viene con trampa, más allá de estar dividida en su hora y media de metraje en episodios descolocados, seis en total y un epílogo, no lineales, que te pueden hacer creer en un principio una vaina que realmente no es, y donde vas a ver que hay cosas que no son lo que parecen.

Con un presupuesto de cuatro millones de dólares y una recaudación de casi cinco millones en cines, “Strange Darling” toca varios palos, aunque fundamentalmente: El thriller psicológico y el género de los asesinos en serie, que están como una cabra en bicicleta, y que puede sorprenderte por los giros que va dando, por su estructura narrativa, que no es original, y que ya la hizo el amigo Quentin hace treinta años y en su estética, que bebe de las mismas fuentes…

Aun así, estamos ante un producto entretenido, o por lo menos así me lo ha parecido a mí, donde la sangre, las puñaladas, los tiros, las drogas, el erotismo y los muertos están garantizados…

Lo que más te va a llamar la atención de la película es que comienza por el medio, la narrativa no lineal de la misma te lleva a una persecución trepidante, una carretera perdida de Oregón, que podría ser Extremadura perfectamente, pero es Oregón, una supuesta víctima, y digo bien, supuesta, y un tipo que se la quiere cargar. El inicio es un tanto tramposo, porque parece hablarte como si fuese una historia real acontecida hace cuatro o cinco años, entre 2018 y 2020, y que la película fuese una dramatización de los hechos ocurridos con declaraciones de testigos…, pero en los créditos finales te dicen lo típico que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, por lo que no debes creerte lo que dicen al principio en letras rojas.

Los dos personajes principales de la trama son: “la chica” (The Lady), interpretada por Willa Fitzgerald, a la cual yo recuerdo haberla visto en alguna entrega de “Scream”, y “El demonio” (The demon), Kyle Gallner, que lo hemos visto en las dos entregas comentadas de “Smile”, y que suele ser también un habitual de películas de terror, como en “Proyecto Exorcismo” o “Pesadilla en Elm Street” (la del 2010), por citaros algunas de sus películas.

Después el puzle, que da botes por los distintos episodios, se va conformando y te encuentras con una historia tramposa que no tiene nada que ver con lo que habías imaginado, y tus expectativas cambian rápidamente cuando reconstruyes la historia de estos dos, que comienzan con un encuentro supuestamente casual, en la que ambos juegan a cierto rollo erótico que acaba mal.

Un juego muy sensual, muy sadomaso pero no en el sentido de darse con látigos vestidos de cuero ni nada parecido, donde las drogas se mezclan con el erotismo.

De hecho, en el primer capítulo, que no vas a ver el primero, ambos se encuentran, apenas se conocen y se van a un motel donde empiezan con todo el rollo de imaginar que él es un asesino en serie, algo que veremos que no es así, ya que veremos que, en un momento de descuido, ella se revela como una verdadera asesina mientras lo droga y lo intenta matar, aunque él consigue en un intento desesperado por salvar su vida, volarle de un balazo una oreja.

Como su intención de matar a “The demon” falla, ella huye y se inicia una persecución, que es lo que vamos a ver en el principio, por lo que tu percepción cambia radicalmente cuando te das cuenta que ella es una auténtica máquina de matar de muchísimo cuidado, que no duda, que no pestañea a la hora de apretar el gatillo, y que ya tiene un amplio historial de muertes en su curriculum, usando siempre el papel de víctima desamparada para ganarse la confianza de la gente que finalmente acaba muerta.

En enfrentamiento entre ambos es brutal, lleno de acción, y con elementos muy “Tarantianos”, desde cierta estética setentera, retro, hasta la música, los encuadres o que la película esté rodada en 35 mm, algo que se nos anuncia al principio de la misma.

Entre los secundarios, destacar a Ed Begley Jr, actor casi octogenario que supera el centenar de trabajos entre cine y televisión, un clásico secundario de todos los tiempos, que aquí dura dos minutos y medio, como no podía ser de otra manera.

Y en la trama, la curiosidad de que nuestra chica mata normalmente hombres, no mujeres, y que se le acaba la racha cuando iba a quitarse de encima a una señora que parece ser una nativa americana, antes conocida como una india estadounidense de toda la vida. Y es que esa raya no podía cruzarse, claro.

En definitiva: Película como os comentado, entretenida, bien de metraje, con actuaciones correctas, poco original a pesar de lo que pueda parecer, y que, por mi parte, se lleva un 6 de nota. Ya me diréis qué os pareció “Strange Darling”.