A rebufo del éxito de la serie
(la de Henry Cavill, ojo), y de los cómics, no es de extrañar que tarde o
temprano nos encontráramos con un “experimento” como “The Witcher. Ronin”
(Norma, 2022), primer tomo de lo que tiene pinta de ser una saga, que viene de
la mano de Rafal Jaki (guion) y Hataya (dibujo). Un manga ambientado en el
mundo de “The Witcher”, donde Geralt es un Ronin, un samurái hechicero, que
vaga matando monstruos y va donde es contratado.
Inspirado en el periodo Edo,
gran cantidad de “yokais”, como Kappas, Nekomatas, Yurinkos o Sarugamis (entre
otros), propios de la mitología japonesa, se cruzan en el camino del héroe.
Son 120 páginas en blanco y
negro (hay también una edición en color), que no gustará a los muy sibaritas de
la saga, pero que hará las delicias de aquellos que disfrutan de la mitología
japonesa, con un toque western.
En las páginas finales, hay un
“Bestiario” con los yokais que aparecen en el volumen, comentando sus
características y el papel en la historia (con una letra no apta para los que
sufren presbicia).
A mí, personalmente, es un
tomo que me ha gustado y lo recomiendo, aunque ignoro hasta el momento, cuantos
tomos van a comprender la colección.
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